Susana Carmona (Terrassa, 1980), iba para artista, pero acabó investigando el cerebro humano, en concreto el de las mujeres. Su pasión por este órgano que considera "mágico" la ha convertido en una de las mejores neurocientíficas del mundo, pionera en estudiar los cambios que se producen durante el embarazo, el parto y el posparto. "No había datos sólidos sobre esto", nos explica, y después de 10 años de análisis, publicó su investigación, que fue un "bombazo", porque era el primer estudio sólido sobre este asunto. De esta manera se convirtió en protagonista de periódicos como 'The New York Times' e incluso llegó a la aclamada serie 'The Big Bang Theory': "Nos hizo mucha ilusión, una de las protagonistas, la novia de Sheldon, es neurocientífica y está muy puesta en los hallazgos en esta materia, menciona que durante el embarazo se producen cambios en el cerebro que persisten dos años después".

Nuestra protagonista de esta semana de la serie 'Mujeres Extraordinarias', un proyecto en colaboración con Renfe con el que queremos visibilizar el talento femenino, es investigadora Grupo G-07 del CIBER de Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Se considera una persona demasiado motivada, “siempre creo que puedo llegar a todo y luego, a veces, me arrepiento un poco”, nos dice. Por lo demás se define como una persona normal a la que le gusta estar con sus amigos y familia. 

“De pequeña era muy juguetona, siempre estaba haciendo volteretas y el pino”, recuerda mientras nos cuenta que en ocasiones incluso su madre comparaba a la joven Susana con un mono. Aunque también nos ha confesado haber sido una niña un poco solitaria, “hubo una época en la que no me encontraba, tenía una o dos amigas, pero no era muy sociable. Era más bien bastante tímida”. Siempre ha sido muy tímida, algo en lo que nos dice que está trabajando.

Sus padres, un ejemplo de esfuerzo y sacrificio

Nació en Terrassa, pero con 9 años se fue a vivir a un pequeño pueblo de montaña. “Recuerdo lo maravilloso que es pasar la infancia subida a los árboles y construyendo cabañas”, de esa época también nos ha hablado de sus padres, andaluces que decidieron viajar a Cataluña para ganarse la vida. Su padre, natural de Granada, comenzó a trabajar con 9 años. Su madre, hija de andaluces, tuvo que dejar la escuela con 6 años para empezar a hacer recados de fábrica en fábrica, aunque siempre sacaba un rato para jugar. “Mi madre siempre salía 10 minutos antes para pasar por el parque, columpiarse y poder ir a dejar el recado”, nos cuenta sobre una de las muchas historias que le ha contado.

“Empecé con psicología, luego me empecé a fascinar muchísimo por el cerebro, me parecía un órgano mágico"

“Siempre he sido muy curiosa, siempre he querido saber el porqué de las cosas”, nos dice cuando empezamos a hablar de su profesión. Y es que Susana Carmona es neurocientífica, pero no una cualquiera. Es la responsable del Grupo de Neuroimagen del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Allí, junto a su equipo, investiga los cambios que se originan en el cerebro de las mujeres durante el embarazo. Pero ella siempre quiso hacer Bellas Artes, pero tras suspender el examen de ingreso tuvo que decidir qué carrera iba a estudiar. “Empecé con psicología, luego me empecé a fascinar muchísimo por el cerebro, me parecía un órgano mágico que nos permite hacer todo lo que hacemos” nos dice mientras repasa sus años universitarios.

De Columbia a Harvard

Como hacen muchos jóvenes en nuestro país, Susana comenzó a trabajar, en su caso a investigar, mientras estaba estudiando. Así podía costearse sus estudios. Luego empezó a interesarse por la neurociencia, algo que sigue vivo en ella a día de hoy. “Empecé a esforzarme mucho para sacar buenas notas. Eso me permitió pedir una beca y empecé a hacer el doctorado”, nos cuenta. Esas becas le permitieron hacer cursos en el extranjero. Su primer destino fue la Universidad de Columbia, allí estuvo seis meses. Finalmente y antes de regresar a España, estuvo dos años en Harvard. También ha dado clases en varias universidades, algo que hace siempre que puede, y es que la enseñanza (al igual que la divulgación) es algo que apasiona a Susana.

Nos ha confesado tener pánico a ser despistada y equivocarse, algo que ya le pasó durante uno de sus viajes en tren antes de una conferencia. “Recuerdo meterme en el tren, llamar y avisar diciendo que ya estaba en el tren, que estuviesen tranquilos. Al rato de estar trabajando me di cuenta de que el tren no se estaba moviendo y no había nadie”, nos cuenta entre risas recordando una de las muchas anécdotas en las que asegura no salir muy bien parada nunca.

Neuromaternal, la investigación de su vida

En 2008 una de las compañeras y amigas de Susana le contó que iba a ser madre. Este fue el primer motivo por el que decidieron empezar a investigar sobre los cambios que ocurren en el cerebro de la mujer durante el embarazo. Al buscar información se dieron cuenta de que existían varios artículos de divulgación pero sin sustento científico. Entonces,  decidieron hablar con el director del laboratorio para comenzar la investigación, aunque fuese sin recursos y fuera de su horario laboral.

Tras diez años, consiguieron publicar un estudio, todo un bombazo en el mundo científico. Llegó a ser mencionado en la CNN, The New York Times o incluso en la serie 'The Big Bang Theory', una de las favoritas de Susana. “Lo de Big Bang Theory es una de las cosas que más ilusión nos hizo”, nos confiesa.

 

“En los puestos de poder somos 25% mujeres y 75% hombres”

“La situación de la mujer en la ciencia ha mejorado, pero dista mucho de ser perfecta”, nos comienza a contar tras ser preguntada sobre los techos de cristal en su sector. Como buena científica, aporta datos para respaldar sus argumentos. “Hay un claro efecto tijera. A lo mejor entran un 40% hombres y un 60% mujeres, pero en los puestos de poder somos 25% mujeres y 75% hombres. Esto evidencia la discriminación sexual, si lo quieres llamar así”, nos explica.

“Que las mujeres estemos dirigiendo laboratorios de neuroimagen no solo es bueno en cuanto a equidad, sino que es bueno para la salud de la mujer en sí, porque vemos cosas que no se veían o no se les daba importancia"

La neurocientífica echa en falta más investigaciones lideradas por mujeres por otro motivo, y es que los temas a investigar estarían más relacionados con cuestiones como los anticonceptivos orales, la menstruación o la menopausia. Unos grandes desconocidos hasta ahora. “Que las mujeres estemos dirigiendo laboratorios de neuroimagen no solo es bueno en cuanto a equidad, sino que es bueno para la salud de la mujer en sí, porque vemos cosas que no se veían o no se les daba importancia". 

Susana también se ha mostrado algo crítica, para ella lo ideal sería poder dar datos sin que fuesen juzgados o interpretados desde un punto de vista político.

La salud mental, el reto más importante

También se ha referido a los graves problemas de salud mental que sufren un gran número de personas en la actualidad. Considera que el contexto social es más importante que las moléculas cerebrales: “No tenemos que olvidar que yo estoy estudiando la capa más pequeñita de una cebolla. Yo estoy estudiando un cerebro, que está dentro de una persona, que está dentro de un pareja, que está dentro de una sociedad y dentro de un contexto histórico”, explica.

Pone como ejemplo el símil con las matrioskas, esas muñecas rusas pintadas a mano que se guardan una dentro de otra. En su opinión se le está dando demasiada importancia a la química y los neurotransmisores. “Las capas más superficiales son las que están incidiendo de forma más importante en nuestra salud mental: los horarios de trabajo, los salarios, el acceso a la vivienda. Esto hace que sea difícil tener una salud mental buena”, añade rotúndamente la neurocientífica.

Las mujeres extraordinarias de Susana Carmona

Susana Carmona siente admiración por muchas mujeres, pero según ella, para ser extraordinarias tienen que ser una representación real, debe conocerlas lo suficientemente bien, con sus luces y sus sombras. Mis mujeres extraordinarias son las que mejor conozco, mi madre, mi hermana y mi hija”. Su madre por ser una de las mujeres más trabajadoras que conoce, con una capacidad de sacrificio que no conoce límites. Su hermana por su espectacular resiliencia. Y su hija por ser la persona más valiente que conoce.

Le preguntamos también por ella y asegura que es una mujer extraordinaria dependiendo del día y la persona a la que preguntes. Pero es innegable que su aportación a la ciencia es sobresaliente y ayuda a muchas mujeres a comprender mejor (algo que hace a la perfección en su último libro 'Neuromaternal'), los cambios que experimentan durante un proceso tan complejo y único como el del embarazo Y es que, la ciencia es importante para la sociedad. Pero, como nos ha explicado Susana a lo largo de la entrevista, la sociedad también es importante para la ciencia. Pues se encarga de decidir los temas de los que hablan los científicos y las científicas de nuestro país.