Si bien todos los conductores de motocicletas tratan de cuidar todo lo posible sus vehículos, qué duda cabe en base a nuestras experiencias de que algunos les procuran un mimo y una atención especial. En ocasiones, lo hacen debido a que se trata de una moto de coste elevado, otras simplemente porque les es imprescindible para acudir al trabajo o a sus estudios. También los hay que simplemente por placer y afición a este vehículo, lo protegen y mantienen de la forma más óptima posible. 

Pues bien, dentro del tema de los seguros, destacamos la figura de las corredurías. Estos entes trabajan como mediadores, y para ello se encargan de rastrear en todo el mercado el asegurador de aquella empresa que más satisfactoriamente pueda adaptarse a las necesidades del cliente. Trabajan como un experto en seguros que asesora mediante procedimientos imparciales e independientes. 

PontGrup es correduría oficial de Yamaha. Estas corredurías suponen una ayuda nada desdeñable para orientarse una vez la decisión de ir a por uno de estos vehículos sea firme e irrevocable. 

En cualquier caso, antes de contratar un seguro de moto, es preciso conocer cuál será el uso que se le dará al aparato, ya que no es lo mismo asegurar una moto para practicar deportes que hacerlo con una motocicleta apta para circular a diario por la ciudad. 

Del mismo modo, resulta casi imprescindible no pasar por alto que el precio del seguro y de sus coberturas dependerán de sobremanera del coste de la moto, de los de reparación, de su cilindrada, e incluso, de la suma económica a desembolsar en caso de requerirse una sustitución de piezas. 

Ante todo, como hemos comentado escasas líneas arriba, hay que plantearse prioritariamente qué clase de vehículo se necesita. Si es para acudir al trabajo y no existe gran intención de sacarla de paseo por las calles, es preferible adquirir una moto no excesivamente grande y sin demasiada potencia (entre 48 y 150cc debería valer). 

Sin embargo, si el usuario desea disfrutar de la velocidad, tal vez tendría que decantarse por una de mayor cilindrada (entre 150 y 250cc). Por ciudad es probable que no se amortice en demasía, pero en el caso de que haya que ir a las afueras a trabajar, se dispone de la oportunidad de colocar a gran velocidad el cuentakilómetros.  

Por último, si lo que se busca es una moto grande, con mucha potencia y para viajar, que además pueda usarse a diario, a partir de 250cc existe una gran gama de modelos y marcas.