Es el nombre por antonomasia del Nuevo Cine Alemán. Está detrás de obras emblemáticas como París,Texas (1984), Cielo sobre Berlín (1987), Pina (2011), La sal de la tierra (2014)… Wim Wenders es director, productor, escritor. Y fotógrafo. De polaroids.

Desde finales de la década de 1960 hasta principios de los 80, las polaroids constituían para Wenders una suerte de cuaderno de viaje, además de un territorio por experimentar con la imagen. Una  película fotográfica itinerante. La afición le venía de su padre, médico, que también retrató su vida cámara en mano. Con una de estas fotos documentó, por ejemplo, las trivialidades del primer día de rodaje de Alicia en las ciudades (1974). También retrató a amigos suyos como Annie Leibovitz, Dennis Hopper o Peter Handke.

Son fotos, las de Wenders, que se han exhibido codo con codo con obras de primeros espadas del arte, en ubicaciones como el Centro Pompidou en París, Hamburger Bahnhof - Museum für Gegenwart en Berlín, el Museo Guggenheim Bilbao o el Deichtorhallen en Hamburgo. Ahora, la exposición Wim Wenders. Instant Stories presenta en el C/O Berlin Berlín una selección de aproximadamente 240 de las más de 12.000 polaroids que el galardonado director hizo entre 1973 and 1983. La muestra incluye, además, extractos de películas en las que éste utilizó la fotografía instantánea como parte de la narrativa fílmica, así como las historias que hay detrás de cada imagen, porque el valor de estas instantáneas es más testimonial, del valioso momento que capturaron, que artístico.

En la exposición colabora la Fundación Wim Wenders, que el artista abrió en otoño de 2012 junto con su esposa Donata Wenders. Una entidad sin ánimo de lucro que reúne la obra cinematográfica, fotográfica, artística y literaria del cineasta, preservando y restaurando sus obras y haciéndolas permanentemente accesibles al público en general. Además, la fundación apoya a jóvenes talentos en el área de la narración cinematográfica innovadora.