Venga un poco de humor para evadirnos algo del cataclismo que ha provocado la Covid-19: Vergüenza (Movistar+) y Vamos Juan (TNT). Ambas son series, bizarras y acaban de estrenar su tercera y segunda temporada, respectivamente. Juan Cavestany es, junto con Álvaro Fernández Armero, director y guionista de la primera, y ha colaborado en el guion de la segunda. Cuesta creer que el virus silencioso haya conseguido bajarle el ritmo a este artista que estrena sin parar, ya sea teatro (Urtain, Moby Dick), cine (Gente en sitios, Esa sensación) o televisión. Lo suyo es el retrato ácido y kafkiano de la extraña normalidad que vivimos. O vivíamos.
¿Cómo lleva el confinamiento? Lo estoy llevando bastante bien. Estoy tranquilo y concentrado. Se me ocurren muchas ideas y el día se me hace corto. Me da pena que la gente esté sufriendo, por supuesto.
¿Qué hábitos conserva de los que tenía, y cuáles nuevos ha adquirido? En realidad mi vida ha sido siempre bastante solitaria, con temor al contacto con los demás, no por miedo a contagiarme de nada sino sobre todo por vergüenza. Estoy entrenado en esto, lo llevo bien. Ahora hago lo mismo que hacía antes pero más intensamente y más concentrado, aprovechando incluso más el tiempo. Estaba haciendo el montaje de una película y ahora tengo que hacerlo por Skype con el montador. Escribir a solas es duro, pero ya lo sabía cuando empecé.
¿Se pasas el día en pijama? No, eso es la primera regla: arreglarse y vestirse como un día normal. Ahora más que nunca.
¿Cuántos rollos de papel higiénico tiene en casa? Me parece una ordinariez esta pregunta. Yo no tengo de eso porque no lo necesito, no hago ese tipo de cosas que hacéis algunos.
Recomiéndenos un libro, una peli y una canción para pasar este mal trago. Me ha gustado muchísimo Acuario de David Vann y ahora he empezado a leer la autobiografía de Woody Allen, A propos of nothing. Hay que leer también a Harari y a Pablo D'Ors todo el rato. La película que más me ha impactado recientemente es La región salvaje de Amat Escalante, pero es durilla; tiene una imagen concreta que es imborrable: el origen de todo mal, incluido seguramente el origen del coronavirus. También he vuelto a ver Dunkerke que Christopher Nolan, que es formidable. Canción: A good song de Swamp Dogg.
Una cosa que haya aprendido de todo esto… Que Skype realmente funciona. Hasta ahora lo odiaba. Ahora le estoy pillando el punto.
Y una cosa que haya desaprendido… El FOMO (fear of missing out o miedo a estar perdiéndome algo en algún otro lugar)
"¿Cómo vamos a seguir "siendo" después de ESTO? ¿Seguiremos consumiendo vorazmente lo que nos da la gana a cualquier hora, vociferando por ahí nuestros deseos y opiniones? ¿Seguiremos comprando smartphones a los niños de diez años y luego exigiéndoles que se aprendan de memoria libros de texto mal redactados para presentarse a exámenes inútiles? ¿Seguiremos autoengañándonos al predicar una cosa y practicar otra? ¿Indiferentes al dolor ajeno?"
¿Cómo saldrá la Cultura de esta? Si te refieres a la cultura humana, es la gran pregunta: ¿cómo vamos a seguir "siendo" después de ESTO? ¿Seguiremos consumiendo vorazmente lo que nos da la gana a cualquier hora, vociferando por ahí nuestros deseos y opiniones? ¿Seguiremos comprando smartphones a los niños de diez años y luego exigiéndoles que se aprendan de memoria libros de texto mal redactados para presentarse a exámenes inútiles? ¿Indiferentes al dolor ajeno? Si te refieres al cine/TV/teatro, etc., a mí lo que me pasa es que no sé cómo voy a poder seguir escribiendo ficción sin tener en cuenta ESTO. ¿Qué va a interesar contar desde la ficción? ¿Qué va a ser relevante? Y luego más allá ¿cómo vamos a jerarquizar las necesidades fundamentales de la población? Son todo preguntas. Ser exigente a la hora de hacernos estas preguntas estará bien, aunque todo esto pase y se nos olvide un poco. Tenemos que acordarnos de las cosas que se nos están ocurriendo ahora.