Como vasos comunicantes, el parón de la vida a pie de calle ha intensificado nuestra estancia en Internet, donde hace tiempo que triunfa, en las redes sociales, una nueva generación de poetas que no frecuenta tanto uno de los mejores líricos que ha dado la literatura española reciente: Constantino Molina, Premio Nacional de Poesía Joven 2016 por Las ramas del azar (Rialp). Un auténtico verso suelto de estilo sólido, irónico y bucólico, que aprovecha este doloroso paréntesis para darle a la letra a tiempo completo, sin que el trabajo lo distraiga... Paradojas del sistema cultural que hemos montado.

¿Cómo lleva el confinamiento? Lo llevo muy bien, la verdad. Para alguien que se dedica a la literatura no es difícil este confinamiento, es más bien una fantasía. Una constante en mis preocupaciones personales es la conciliación de la escritura con el trabajo. A mí me gustaría dedicarme por completo a la escritura, no perder el tiempo trabajando en otra cosa. Lo bueno que yo le puedo aportar a la vida está en la literatura y no en otro lugar. Además una de las estafas que mejor nos ha colado el capitalismo es la de que trabajar ocho horas al día sea aceptado con normalidad. Qué locura. Qué pena. Yo no trabajo esas ocho horas, trabajo cinco en la tienda del Thyssen y, aunque estoy muy bien allí, preferiría escribir y leer en lugar de estar colocando libros y cobrando postales. Desde hace unos días teletrabajo por las mañanas, algo muy llevadero que me permite estar más centrado en lo que realmente me hace feliz.

¿Qué hábitos conserva de los que tenía, y cuáles nuevos ha adquirido? Conservo los mismos horarios para comidas y sueño. También tomar algo de coñac, normalmente a la noche. Nuevos hábitos adquiridos son hacer ejercicio físico en casa y echarle de comer a las palomas. Les pongo pan en el alféizar de la ventana y de vez en cuando viene alguna.

¿Se pasa el día en pijama? Me paso el día en chándal. Siempre he defendido el chándal como la prenda del creador. Nada de americanas, gabardinas y zapatos brillantes. Eso está bien, me encantan las americanas, hay que ir elegante cuando se sale a la calle. Pero la creación es un ejercicio solitario y doméstico que requiere comodidad.

¿Cuántos rollos de papel higiénico tiene en casa? Cinco.

"He he olvidado el aire gris de los tubos de escape y no lo echo nada de menos"

Recomiéndenos un libro, una peli y una canción para pasar este mal trago. Puede ser un buen momento para leer Don Quijote de la Mancha. A pesar de lo presente que está como icono de lo español pocos españoles lo han leído. No saben lo que hay dentro de esa matrioska de historias en la que se mezclan el amor, la locura y la ternura. Una maravilla. Me gustó mucho Parásitos. Y una canción recomendable es Yo quiero verte danzar, de Battiato, para cuando la casa nos come ponerla a buen volumen y danzar. Qué genio Battiato, a ver si le dan el Princesa de Asturias de las Artes. Se lo merece.

Una cosa que haya aprendido de todo esto, y otra que haya desaprendido. Más que aprender, he recordado que la sanidad pública es un gran invento y que debe cuidarse mucho. A la vez he olvidado el aire gris de los tubos de escape y no lo echo nada de menos.

¿Cómo saldrá la Cultura de esta? La cultura siempre ha estado muy viva y apaleada, y siempre camina hacia delante. No se detiene.