La vida de los fotógrafos de naturaleza no debe de ser fácil. Esperar durante horas, al raso, en algunos de los parajes más salvajes del planeta, para, con suerte captar una imagen única. O como hizo Marcio Cabral, puedes poner un animal disecado y ahorrarte tan penosa experiencia.
Descalificado por tramposo
Lo malo es que te pillen y, además de descalificarte de cualquier competición, pases un mal rato al quedar de falsificador, que en el mundo de los fotógrafos debe de ser la peor calificación. Y eso le ha ocurrido a Cabral.
La increíble imagen que captó Cabral recogía el momento exacto en el que un gran oso hormiguero atacaba un nido de termitas. La excepcionalidad de la instantánea es que Cabral la obtuvo de noche, cuando las termitas emitían luz. La luminiscencia de los insectos establecía una continuidad con el cielo estrellado, mientras que el gran mamífero se apoyaba en la construcción de las termitas.
El concurso al que Cabral presento la imagen fue el prestigioso Wildlife Photographer of the Year. Y le fue bastante bien. Cabral se alzó con uno de los grandes premios en la categoría de Comportamiento de los Mamíferos.
Mismas manchas
Cabral aseguró que la imagen había sido tomada en el Parque Nacional de las Emas, en Brasil. Ahí empezaron a saltar las alarmas. Resulta que el parque tiene en una de sus instalaciones, un gran oso hormiguero disecado. Tampoco tuvieron que hacer muchas pruebas para comprobar que no solo la postura del animal era la misma. Más comprometedor resultaba que las manchas del animal de la foto de Cabral y el disecado eran exactas. La distribución de las manchas en estos animales es como la huella digital humana. No hoy dos iguales.
Cabral ha intentado defenderse. Asegura que la imagen es real, un oso hormiguero que además era muy veloz, por lo que se deduce de la declaración del fotógrafo. Cabral ha asegurado que no dispone de otra imagen del animal, porque se alejo de la escena a toda velocidad. Lo cierto es que las explicaciones de Cabral son todavía más inverosímiles que su fotografía.
Foto: NHM