Donald Trump sigue tomando distancia respecto a la gestión medioambiental de Barack Obama, y su gobierno se ha ubicado ahora en uno de los enclaves más temidos por los contrarios a su gestión: está analizando si permanece o no en el histórico Acuerdo de París sobre el cambio climático. Su postura en campaña electoral ha sido desfavorable en este sentido, y de sobra se conocen sus negaciones del fenómeno del cambio climático.Será esta semana. Miembros del gabinete de Trump tiene previsto reunirse para decidir si su país continúa formando parte del mencionado acuerdo o definitivamente se retira del compromiso firmado por casi 200 países. Scott Pruitt, director de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de Estados Unidos, se ha mostrado personalmente partidario de salir, entendiendo que se trata de un mal planteamiento para su ejecutivo, dado que China e India no tienen obligaciones en él hasta 2030, mientras que Estados Unidos ha asumido sus implicaciones desde el principio.
Leequid