Gracias a la instalación de un centenar de puntos de recarga de baterías de vehículos eléctricos que ha decidido instalar el ayuntamiento de la ciudad, en el marco del programa 'Go Ultra Low Oxford' (GULO), Oxford (Reino Unido) se va convertir en un laboratorio viviente. La instalación de las estaciones de carga comenzará este mes y estarán listas para su uso en octubre. Los residentes que utilicen estas estaciones de recarga de prueba proporcionarán información después de su uso durante un año, que será recogida y analizada por los investigadores de la Unidad de Estudios de Transporte de la Universidad de Oxford. Una vez terminen las pruebas y se concluya el mejor sistema, se instalará en toda la ciudad un centenar de puntos de carga que se espera que entre en funcionamiento en 2018. Además, los resultados de las pruebas se presentarán al Gobierno de Reino Unido, para que sirvan de información a las autoridades locales y nacionales sobre las decisiones de inversión futura y también los investigadores de la Universidad de Oxford publicarán los resultados en publicaciones científicas y académicas.

Oxford será cobaya para todo Reino Unido

En el periodo de prueba, se ofrecerán seis tecnologías de carga diferentes, y durante la fase de pruebas, se instalarán treinta estaciones de recarga, diez de ellas para el público general, diez para el clubs de coches compartidos 'Co-wheels' - un club de automovilistas que opera en todo Reino Unido y proporciona a los conductores con vehículos de bajas emisiones, híbridos y eléctricos con un sistema de paga y usa -, y otros diez para vecinos particulares. La planificación se va a llevar a cabo entre el consistorio y el County Council, entidades equivalentes a las diputaciones en España, y gracias a una subvención de 800.000 libras de la Oficina del Gobierno para los Vehículos de Bajas Emisiones, como parte de un proyecto del Gobierno de 40 millones de libras que tiene como objetivo la implantación de vehículos eléctricos.