Las redes sociales se han llenado en las últimas semanas de las versiones de nuestras caras en anciano, con la aplicación "FaceApp", que permite al usuario simular cómo va a envejecer, entras funciones como cambiar de pelo, lucir barba o un tatuaje... No en vano, la aplicación suma ya más de cien millones de descargas en todo el mundo. Pero según publica Raúl Castro en Agencia Efe, es también una herramienta peligrosa porque, pese a su apariencia de legalidad, escapa a los controles de protección de datos que impone la UE y la legislación española.

Fue un programador ruso quien diseñó la aplicación, que incluye unos términos de uso "completamente abusivos" que conducen al usuario a la más absoluta desprotección, han explicado los expertos en ciberseguridad consultados por Efe. Entre otros derechos que vería vulnerados estarían el llamado derecho al olvido, el derecho a la intimidad y la seguridad de que los datos personales no se van a ceder a terceros.

Eusebio Nieva, director técnico para España y Portugal de la multinacional especializada en ciberseguridad Check Point, ha alertado a Efe de que una de las "biohuellas" más utilizadas en la actualidad para el reconocimiento de las personas es la cara, y esta aplicación tiene ahora "una base de datos de rostros inmensa".

Por su parte, el abogado especializado en protección de datos y ciberseguridad Borja Adsuara, también en declaraciones a EFE, ha denunciado que utilizar esas imágenes y esos datos de una forma "ilimitada" es contrario al Reglamento Europeo de Protección de Datos, ya que la compañía tiene que aclarar cuáles son esos usos concretos y el usuario tiene que dar consentimiento "expreso y específico" para cada uno de ellos, además de disponer del derecho a cancelarlos. Lo que ocurre es que "la empresa es rusa, y escapa al control de la UE". Adsuara ha detallado que darse de alta en una aplicación de estas características tampoco supone "regalar la privacidad", aunque sí uno de los datos más sensibles en la actualidad: la imagen. A su juicio, estas aplicaciones se están desarrollando y expandiendo por el mundo como un "cebo" para mejorar los sistemas y las tecnologías de reconocimiento facial basadas en inteligencia artificial.