El estrés engorda, y también la comida preparada, dormir poco… Sin embargo, aunque este elenco de hábitos es más propio de las ciudades, un estudio publicado en la revista Nature afirma que el 55 por ciento del aumento del índice de masa corporal (IMC) de la población, valor relacionado con la obesidad, proviene del mundo rural.


El profesor Majid Ezzati, del Imperial College de Londres (Reino Unido), ha liderado este análisis que desinfla el cliché de que el estilo de vida urbano es un importante impulsor del sobrepeso, creencia que se apoya, a juicio del investigador, en “estudios que tienden a ser pequeños y en periodos cortos de tiempo”.

En su investigación, Ezzati y sus compañeros analizaron un total de 2.009 informes de más de 112 millones de adultos, lo que les permitió evaluar los cambios del IMC que se produjeron en 200 países desde 1985 hasta 2017. Así descubrieron que más del 55 por ciento del aumento global del índice de masa corporal proviene de poblaciones rurales y, en algunas regiones de ingresos bajos y medios, este porcentaje aumenta a más del 80 por ciento.

Los datos obtenidos apuntan también a que, las excepción de las mujeres del África subsahariana, el IMC aumenta en las áreas rurales al mismo ritmo o más rápido que en las urbes. Según los autores, se trata del análisis más completo hasta la fecha de cómo el IMC está cambiando en las áreas rurales y urbanas, y con él buscan ampliar la ayuda internacional para luchar contra la desnutrición y para mejorar el acceso a alimentos más saludables en las comunidades rurales y urbanas más pobres.