Siempre creí que el miedo al compromiso era signo de debilidad. Pensaba que indicaba egoísmo, falta de empatía y cobardía. La falta de compromiso siempre ha estado retratada en personas frívolas e hirientes, principalmente hombres. Siempre relacionado con el amor romántico y las relaciones serias. Pero tener miedo al compromiso no es sinónimo de comportarse como un imbécil con tu pareja; ni siquiera de "no querer relaciones amorosas".Yo tengo un terrible miedo al compromiso y ha sido algo que me ha costado mucho asumir, pues no lo relacionaba directamente con comprometerme amorosamente, es más, apenas lo relacionaba con el hecho de comprometerme en sí. No me consideran (ni me considero) una persona irresponsable o con la que no se pueda contar; sin embargo, me incomoda que la gente espere cosas de mí y comprometerme me supone un esfuerzo que no siempre puedo hacer.
Las expectativas son la clave
Las expectatias son terribles y los compromisos no son nada más ni nada menos que expectativas pactadas y cerradas, en la que las dos partes aceptan comportarse de determinada manera en un momento que puede alargarse indefinidamente. Pero los hay que no somos capaces de aceptar "lo indefinido".El peso de las expectativas puede llegar a afectar gravemente a las inseguridades personales y la necesidad de mantenerlo en el tiempo supone un problema importante para aquel que se conoce inestable.No todos somos capaces de mantener una rutina y ser constantes. No todos podemos y/o queremos estar pendiente de alguien que no sea nosotros mismos y ni siquiera es egoísmo, sino que se trata de cuidados personales. Una debe anteponerse a cualquier persona y debe conocer cuáles son sus limitaciones.