Este sábado 25 de marzo alcanzamos una cifra redonda, la décima edición de la Hora del Planeta. La mayor acción ambiental internacional que se celebra, en la que monumentos y edificios emblemáticos de las ciudades apagan sus luces como símbolo de la lucha contra el cambio climático, además de casas particulares, empresas, universidades o instituciones fue la primera idea. La ONG WWF lidera la idea, y 224 ciudades se han comprometido a apagarse este año, de 2030 a 21:30 de la noche (hora local), con el lema “El Planeta primero. Que nadie te pare”. La iniciativa empezó en Sidney en 2007, como símbolo de la lucha contra el cambio climático. Está confirmado ya el apagón en más de 10.400 monumentos icónicos, entre ellos el Empire State Building (Nueva York), la Torre Eiffel (París), la Alhambra (Granada) y la Casa de la Ópera (Sidney). En España, la Alhambra y el Generalife de Granada, el Palacio Real de Madrid, la Catedral de Palma de Mallorca, la Sagrada Familia, en Barcelona; y el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Políticas más globales

WWF usará este año, además, la Hora del Planeta para promocionar objetivos como  la protección de una gran zona de extraordinaria biodiversidad en Brasil, la promoción de energía renovable en Sudáfrica o de un estilo de vida sostenible en China y la petición a la Unión Europea de una política climática que asegure un futuro energético limpio y renovable. También se añaden las metas de las Ciudades de La Hora del Planeta, que cuenta con el apoyo de ICLEI-Gobiernos Locales por la Sostenibilidad, por la que gobiernos locales presenten planes ambiciosos, inspiradores y creíbles para el desarrollo urbano bajo en emisiones y el combate al cambio climático. Este año, se tratará de enfatizar políticas de movilidad urbana sostenible. La Hora del Planeta surgió en el 2007 en Sidney, Australia, gracias al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su siga en inglés). La idea era apagar una hora las luces en casa para pensar en cómo cambiar nuestros hábitos para reducir esas emisiones que provocan el cambio climático. En el 2008 ya se había extendido a 35 países, y en el 2009 y el 2010 La Hora del Planeta se volvió el movimiento de masas más grande del mundo. En 2011, se agregaron nuevas ideas para llamar la atención ya no sólo de ciudadanos, sino de naciones, y de ahí en adelante han surgido campañas como la presión para que Rusia se sumara al acto. En 2013 se creó el primer Bosque de La Hora del Planeta, en Uganda. En el 2014 todos los países involucrados apoyaron explícitamente los proyectos de WWF. En el 2015 ya se alcanzaba a más de 170 países y en el 2016, se hizo una campaña para aumentar los compromisos de cambios y de acciones concretas con el hashtag 
#changeclimatechange. Ver el listado completo de ciudades apuntadas a la Hora del Planeta: http://horadelplaneta.es/ciudades