Sabíamos que las pantallas eran perjudiciales para la vista. No es nada nuevo, nos lo decían hasta nuestras abuelas: “no te sientes tan cerca de la tele”. Sin embargo, en un reciente experimento con roedores expuestos específicamente a pantallas LED, que ha realizado la Universidad Complutense, se ha demostrado que la retina de las ratas frente a ellas sufre un deterioro celular y genético. De las conclusiones del experimento, los investigadores han extraído que también los humanos, y en particular los niños y personas mayores con problemas oculares, podríamos ser también muy vulnerables a estas luces.  El experimento consistió en rodear las jaulas de un grupo de animales de laboratorio con seis tabletas con luz LED blanca que se encendían durante 16 horas al día, mientras que el resto recibió la misma luminosidad de los dispositivos con un filtro externo que absorbía longitudes de onda corta, radiación muy energética capaz de producir daños en los ojos y otras partes del organismo.

Están en los móviles, las tabletas, los portátiles...

Tres meses después, la retina de los ratones expuestos a LED había disminuido tanto la capa nuclear externa de las células como la expresión de los genes vinculados a la prevención por muerte celular por apoptosis, una especie de 'suicidio'. Se ha concluido que el 93 % de las células del epitelio pigmentario mueren si no tienen protección, pues las retinas de los ratones protegidos con el filtro no sufrieron deterioro celular. Por tanto, podría ser recomendable poner protección entre nuestros ojos y las pantallas con ese tipo de luces, que desde que en el 2012 la Unión Europea instó a los gobiernos a suprimir el uso de las bombillas de toda la vida, han ganado presencia en nuestras casas como fuente de iluminación, pero también en smartphones, tabletas, pantallas de portátiles o televisores, y en la calle, en los semáforos, farolas o en los coches.