Hace unos años, los astrofísicos creyeron encontrar el primer atisbo de vida inteligente más allá de nuestro planeta. Se trataba de un extraño cuerpo que rondaba en la estrella que denominaron Tabby. De vez en cuanto, la luminosidad de la estrella se reducía. Esta es una forma habitual de detectar sistemas planetarios alrededor de un Sol.

Algo tapa a Tabby

Sin embargo, había una anormalidad en este caso. Que esa disminución de la intensidad de la luz de Tabby, descubierta en 2015, no es periódica. Es decir, que el cuerpo que pasa por delante de la estrella lo hace con una frecuencia excéntrica. Y lo que es más sorprendente todavía. A cada paso, parece que lo que tapa la luz de la estrella va creciendo. O que la luz de la estrella va disminuyendo, que aún no tenemos explicación. La variación de la luz ha pasado nada menos que del 19 por ciento hasta el 20 por ciento del último avistamiento. Y, además, la intensidad de la luz de Tabby disminuye de forma completamente anómala, perdiendo hasta un 3 por ciento de su luz, pero en periodos igualmente fluctuantes. ¿Qué puede ser?

¿Qué puede ser?

A los científicos, que aunque científicos a veces les gusta jugar a los enigmas, solo para resolverlos ellos mismos. Lanzaron la idea de que podía ser una megaestructura alienígena. Una megaestructura que los extraterrestres están construyendo, creciendo poco a poco quizá para captar la luz y la energía de la estrella. O un planeta sintético al que poder trasladar la población de su propia Tierra. Por imaginar que no quede. Ahora está volviendo a ocurrir. El Observatorio Fairborn de Arizona ha anunciado que la luz de la estrella ha vuelto a reducirse estos días. Así que los telescopios y radio telescopios de todo el planeta se han orientado en aquella dirección. Porque los expertos esperan que esta vez puedan determinar definitivamente qué es lo que está sucediendo allí. Esperamos tener la solución muy pronto.