¿Quién no ha oído mencionar la palabra nomofobia alguna vez? Los teléfonos móviles han llegado a ocupar en los últimos años un hueco tan importante en nuestras vidas que incluso existe ya un término para designar la ansiedad que produce estar sin ellos. Estudios recientes que analizan a los millennials, la generación que ya es nativa digital, hablan de que el 85% de estos jóvenes es poseedor de un Smartphone (1) y también que el 39% de ellos interactúa más con su móvil que con sus padres, sus parejas, sus amigos o sus compañeros de trabajo (2). Ahí es nada. O más bien, ahí es todo.
Una marca tiene que ir a donde esté su público y ahora mismo, este está consultando su móvil. En concreto, de media unas 43 veces al día.Así que de un tiempo a esta parte (un tiempo breve) las empresas están asumiendo esta realidad y poniendo al teléfono móvil en el epicentro de sus estrategias digitales. Las campañas ya no pueden limitarse a los canales tradicionales. Una buena web no tiene sentido si no es responsive, de la misma forma que un buen banner no será funcional si no consigue captar la atención desde la pantalla de un Smartphone.
“En algún momento de su experiencia digital los usuarios van a pasar sí o sí” por este dispositivo, como puntualiza Gonzalo Guzmán, CEO en Adgage y uno de los grandes expertos en marketing mobile a nivel nacional.