Hasta el próximo 15 de enero cualquiera de nosotros puede votar, en la página web de la organización conservacionista SEO/BirdfLife, su ave preferida para convertirse en el Ave del Año 2019, entre las candidatas que ha seleccionado un comité de expertos. Esta asamblea popular, iniciativa de la mencionada ONG, tiene como fin llamar la atención sobre el mal estado de conservación de estas aves, así como sobre la urgencia de proteger sus hábitats.

El alcaudón real (Lanius meridionalis), el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) o el aguilucho cenizo (Circus pygargus) son tres especies en declive poblacional que apiran a convertirse en Ave del Año 2019. El aguilucho cenizo es una rapaz que anida preferentemente en los campos de cereal, donde directamente pone sus huevos; los cambios tecnológicos en los usos agrícolas, las nuevas variedades de cereal de ciclo corto o el adelanto de las cosechas por el cambio climático son riesgos para la supervivencia de sus crías. El alcaudón, con apariencia de ave insectívora y pico de rapaz, caza insectos, pequeños mamíferos y reptiles, a los que deposita en las espinas de algunas plantas o en vallas de alambre; su declive se debe a prácticas agrarias como el uso abusivo de plaguicidas o a la pérdida de la ganadería extensiva y el pastoreo. El chorlitejo patinegro es un ave limícola propia de los ecosistemas acuáticos, cuya principal amenaza es la pérdida del hábitat y las molestias derivadas de los intensos usos recreativos que soportan costas y playas durante el verano.

La lechuza común (Tyto alba) fue elegida Ave del Año 2018 y la precedieron el sisón común (Tetrax tetrax), en 2017; el gorrión común (Passer domesticus), en 2016, y la tórtola europea (Streptopelia turtur), en 2015.