La ONG ‘Mi voz por tu sonrisa‘ ha puesto en marcha el proyecto ‘Estimulación terapéutica con música para niños y jóvenes con discapacidad, integración y respiro familiar’.

Se calcula que la iniciativa, que ha recibido el apoyo de la Fundación La Caixa, beneficiará a 105 menores. A través de la música, se espera ayudar a infancia y juventud con necesidades especiales por discapacidad, así como a organizaciones que trabajan con personas en riesgo de exclusión social, según ha explicado la Fundación.

Se realizarán actividades terapéuticas con música, empleando técnicas de arteterapia (pictoterapia, plasticoterapia, danzaterapia, teatroterapia), musicoterpia, así como actividades sensoriales en el aula multisensoria de la asociación.

Una terapia contrastada

No es novedoso que la musicoterapia ha tenido éxito como intervención terapéutica para personas con discapacidades físicas. Se ha utilizado con personas de todas las edades, desde preescolar hasta la edad adulta tardía y con muchos tipos de discapacidades, ya sean congénitas o adventicias. La musicoterapia puede jugar un papel importante en el desarrollo, mantenimiento y/o restauración del funcionamiento físico.

La música puede usarse para motivar movimientos o estructurar ejercicios que se prescriben en la rehabilitación física. La participación en la música puede proporcionar una distracción de la incomodidad del dolor y la ansiedad a menudo asociada con algunas discapacidades físicas. Las experiencias musicales presentadas dentro de las sesiones de musicoterapia pueden ser efectivas para lograr una variedad de objetivos físicos, emocionales y sociales relevantes para las necesidades, capacidades y preferencias de los individuos.

Las técnicas de musicoterapia se han utilizado para desarrollar y mantener la función articular y muscular o para aumentar la coordinación y el control motor fino y grueso, aumentar la fuerza muscular, aumentar el rango de movimiento, mejorar el funcionamiento cardiopulmonar y respiratorio, mejorar las habilidades motoras orales, facilitar la relajación y movimiento controlado, así como proporcionar una salida para la autoexpresión emocional y brindar oportunidades para la interacción social.

Las sesiones de musicoterapia incorporan el uso de diferentes medios musicales para lograr objetivos de tratamiento individualizados. A través del movimiento de la música y las rutinas de baile, los movimientos pueden volverse más controlados, fluidos y decididos. Se puede utilizar música grabada o cinco de fondo. La música en vivo ofrece mayor flexibilidad y adaptabilidad para igualar y guiar los movimientos físicos provocados por el cliente. Los instrumentos musicales se pueden usar para trabajar el rango de movimiento, la fuerza de agarre de la mano y la autoexpresión no verbal. Estos instrumentos a menudo se adaptan para adaptarse a las capacidades físicas específicas de cada cliente.

El uso de equipos musicales electrónicos y asistidos por computadora también permite que los clientes con discapacidades físicas severas alcancen su máximo potencial creativo. El acto de cantar puede ayudar a mantener y mejorar las habilidades motoras orales y el funcionamiento pulmonar. Cantar brinda oportunidades para mejorar el control de la respiración, la velocidad del habla, la articulación y las habilidades de pronunciación.

Para algunas personas, escuchar música puede facilitar la relajación. La escucha atenta de letras y composición de canciones puede brindar oportunidades para debatiry compartir pensamientos y experiencias personales. La musicoterapia puede aumentar el nivel de independencia de una persona y mejorar los sentimientos de confianza en sí mismo, autoestima y autoestima. A través de la participación en experiencias exitosas y placenteras, la musicoterapia puede ayudar a estas personas a alcanzar su máximo potencial.