A la Península de Stand la rodea una de las zonas marítimas más peligrosas de la costa de Noruega. El gobierno del país ha querido asegurar el tránsito de las embarcaciones por estas aguas que asustaban hasta a los vikingos, por las fuertes ráfagas de viento que lo agitan, emprendiendo la construcción del primer túnel para barcos que se conoce en todo el mundo. No son pocas los buques comerciales que tratan de ahorrarse el paso de Stand rodeando la península, en una industria, la noruega, donde el sector marítimo es el segundo en importancia.

La finalización del túnel está prevista para 2023, pero ya llevan dos años de trabajo, abriéndose paso entre ocho millones de toneladas de roca, por fin se ha abierto este túnel, un paso que atraviesa una montaña en Stad y mide 1,7 kilómetros de largo, 36 metros de ancho y 27 de alto. Por el túnel podrán cruzar buques, cruceros, veleros, barcos a vapor y otras embarcaciones menores. Se calcula que pueden pasar por él entre 70 y 120 naves, que podrían cruzarlo todos los días. El túnel supone, además, un importante ahorro en combustible y, por tanto, en emisiones de CO2.