Los españoles son líderes en donaciones y transplantes, y también pueden serlo sus mascotas. Los perros y gatos sanos y afortunados pueden ayudar a los que no lo son tanto y pueden requerir una transfusión.

En muchas clínicas veterinarias se crean listas de mascotas cuyos dueños han ofrecido como donantes y que cumplan los requisitos para poder deshacerse de su sangre. Se los llama en caso de que ingrese algún animal que necesite una transfusión, por una hermorragia (a raíz de un accidente de tráfico, envenenamiento…), anemia o trastornos de coagulación.

En los perros, los requisitos para ser donantes se pueden resumir en que sean adultos en forma y saludables (entre uno y ocho años de edad), más de 25 kg de peso, estar al día de sus vacunas y desparasitaciones, y no tener enfermedades infecciosas ni consumir medicamentos. En el caso de los gatos, la edad está entre los 1 y 8 años, y el peso debe ser más de 4 kg; además, debe ser negativo al virus de la inmunodeficiencia y la leucemia felina.

Según explica Alicia Fernández en el Blog de Veterinaria de la Universidad Cardenal Herrera, “en caso de ser necesaria una donación de sangre para alguna mascota enferma, el donante acudirá al Hospital Clínico Veterinario, y se le tomará una muestra de sangre previa a la extracción para valorar el estado general”. Así, “si los resultados analíticos son correctos, se realizará una ligera sedación o se aplicará una crema anestésica local para evitar molestias en la obtención de la bolsa de sangre, ya que el proceso puede tardar unos minutos, al igual que en personas”. La extracción de la sangre se realiza del cuello, para lo que previamente se rasura la zona, “se desinfecta y de forma aséptica con una pequeña aguja se incide en la vena”.

Tras la obtención de la sangre, el donante permanecerá en la hospitalización, vigilado y controlado durante unas horas hasta asegurar su recuperación. El periodo mínimo entre donaciones es de tres meses. Y mientras que los seres humanos solo tienen dos sistemas sanguíneos, ABO y Rhesus, que dan ocho grupos sanguíneos posibles -A, B, AB y O, cualquiera de los cuales puede ser Rhesus positivo o negativo-, los perros tienen ocho tipos de grupos sanguíneos conocidos, y en el caso de los gatos son tres los tipos identificados.

La sangre recabada se clasifica como unidades de sangre entera, glóbulos rojos empaquetados, plasma, crioprecipitado (plasma procesado donde los factores de coagulación se extraen y concentran, y se usan en ciertos trastornos de la coagulación).