El frío se lo ha tomado en serio esta semana en la Península Ibérica. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para este miércoles lluvias persistentes en el Oeste del sistema Central, heladas en el interior del noreste peninsular y viento fuerte en Galicia y el Cantábrico.

Y cuando el clima embiste así, a menudo los coches que duermen la raso amanecen con una capa de hielo sobre el parabrisas y los faros. La DGT (Dirección General de Tráfico) nos recomienda algunas claves para retirarlo sin arañazos, demasiados esfuerzos o averías:

Líquido del limpiaparabrisas: como medida preventiva, se recomienda rellenar el limpiaparabrisas con algún producto especializado que contenga anticongelante, para evitar el agua o agua con jabón, que se pueden congelar.

Cubrir el parabrisas durante la noche con un cartón o manta.

Arrancar el motor, conectar la calefacción con el ventilador puesto al máximo y dirigir el flujo del aire hacia el parabrisas.

Rocíar el parabrisas con alcohol si la capa de hielo no es muy gruesa, porque tiene un punto de congelación inferior al agua. Si es muy gruesa, habrá que recurrir a una rasqueta, idealmente de plástico. Una tarjeta o carnet de plástico también pueden servir (ojo, algo que ya no esté en uso porque se puede deteriorar). Se deben evitar, eso sí, los productos metálicos, que pueden arañar el cristal.

Accionar el limpiaparabrisas y los dosificadores de líquido una vez que se haya despejado de hielo y que se hayan despegado las escobillas.

Lo que se debe evitar: accionar los limpiaparabrisas y echar agua porque se pueden estropear las escobillas y el motor del limpiaparabrisas; echar agua caliente, porque el cambio brusco de temperatura puede romper el cristal; y echar sal, porque evita la congelación pero no descongela, y puede arañar el cristal y la chapa.