El goalball es “el único deporte paralímpico creado específicamente para personas ciegas y con discapacidad visual”, describe la ONCE en su web, y “en el que participan dos equipos de tres jugadores cada uno”. Se basa fundamentalmente en el sentido del oído, para identificar la trayectoria de la pelota en juego (que lleva cascabeles en su interior), “y requiere, además, una gran capacidad espacial para saber estar situado en cada momento en el lugar más apropiado, con el objetivo de interceptar o lanzar la pelota”, explica la organización.Se inventó como terapia para rehabilitar a los soldados heridos en la II Guerra Mundial, y desde entonces, se ha extendido por todo el mundo, consagrándose como uno de los deportes más emocionantes del panorama paralímpico. La primera vez que se disputó un partido de goalball en unos Juegos Paralímpicos fue en Toronto 1976, aunque sólo a modo de exhibición. Su inclusión definitiva se produjo en Arnheim 1980, para la categoría masculina, y en Nueva York y Stoke Mandeville 1984 para la femenina.