Los Acuerdos de París no son fruto del capricho. Y eso que sus objetivos, evitar que las temperaturas globales crezcan por encima de los 1,5 grados, parecen modestos. Pero mejor cumplirlos. Porque si no, Europa se convertirá en un desierto.

Menos Escandinavia
Es uno de los efectos que tendría un incremento de las temperaturas cercano a los 3 grados. Así lo revela un estudio publicado en Nature Climate Change. Con ese alza, las áreas que padecerán sequías severas en el viejo continente se extenderán al 26 por ciento de toda su superficie. Y además, las sequías durarán cuatro veces más. La única zona que quedaría libre de este fenómeno sería la península Escandinava.

Y estos son datos generales, porque, evidentemente, habrá áreas mucho más afectadas. Así, en la zona de la rivera del Mediterráneo la afectación de las sequías podrán extenderse al 49 por ciento. En total, más de 400 millones de personas se verán afectadas por la escasez de lluvias.

Los responsables del estudio afirman que los periodos de sequía aumentarán desde los 2,1 meses actuales a más de cinco meses. En la península Ibérica, este periodo puede extenderse hasta los siete meses.

Pérdida de agua
La falta de humedad en el suelo hará descender los recursos hídricos de manera drástica. Las reservas de agua en el subsuelo descenderían de los 35 milímetros hasta los dos metros, al mismo tiempo que más de 35.000 metros cúbicos por kilómetro cuadrado dejarán de estar disponibles.

Estos datos pese a su frialdad suenan alarmantes. La ampliación de los periodos de sequía, la necesidad de emplear más recursos para obtener el mismo agua y el descenso de precipitaciones generalizado tendrá un efecto imposible de calcular sobre las sociedades implicadas. Por ese motivo, el estudio concluye llamando la atención, una vez más, sobre la necesidad de cumplir los Acuerdos de París.