En total, han sido 281 los defensores de los derechos humanos asesinados en 2016, según ha denunciado Amnistía Internacional en el informe Ataques mortíferos pero evitables: Asesinatos y desapariciones forzadas de aquellos que defienden los derechos humanos que acaba de publicar, recogiendo datos de la organización irlandesa Front Line Defenders. La cifra ha subido muy considerablemente respecto a 2015, cuando fueron 156 aquellos defensores a quienes mataron. Desde 1998, han sido, en total, 3.500 los activistas asesinados en diferentes partes del globo. Más de tres cuartas partes de estos asesinatos tuvieron lugar en América. En Colombia se registraron 59 muertes y en Brasil 66, en su mayoría de indígenas y activistas que trabajaban en defensa del medio ambiente o los derechos territoriales. “En muchas partes de América Latina, donde el acceso a la sanidad y los derechos sexuales y reproductivos está fuertemente restringido, Amnistía Internacional ha documentado cómo los que defienden tales derechos han sido objeto de campañas de difamación, acoso, persecución injusta, amenazas y ataques físicos”, explica el estudio. "Mientras se continúa atentando contra la vida y la integridad de los defensores de los derechos humanos alrededor del mundo, los Estados están fallando en su obligación de respetar y proteger el derecho a la vida y el derecho a defender los derechos humanos sin miedo a represalias", ha alertado la organización.

Activistas medioambientales, periodistas, colectivo LGTBI

Casi la mitad de los asesinatos, el 49 %, fue perpetrada contra personas que trabajaban en asuntos relacionados con la tierra y el medio ambiente. En cuanto a los periodistas que perdieron la vida en ejercicio de su profesión, el año pasado se registraron 48 asesinatos, una cifra que asciende a 827 al referirse al periodo entre 2006 y 2015, según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Amnistía también ha expresado su preocupación por los ataques contra el colectivo de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI). Y ha alertado de la prevalencia de desapariciones forzosas y maltrato cuando los activistas se encuentran bajo arresto, y pedido a los gobiernos que apliquen leyes de protección para estas personas. Además, les ha pedido que ofrezcan medidas preventivas para los que han sido amenazados, y que lleven ante la Justicia a los autores de los crímenes contra los defensoresde los derechos humanos.