La desertificación. El deshielo de los polos. El aumento del nivel del mar. Las líneas costeras anegadas. Las temperaturas insoportables. Las intensas lluvias y los fuertes vientos. La verdad es que el panorama del cambio climático es aterrador. Y ahora se le une una nueva atrocidad: ¡el chocolate está en peligro!
2,5 grados más y desaparece el cacao
Según los diferentes modelos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), la cosa pinta mal. Los resultados establecen que un incremento de 2,5 grados en la temperatura global para 2050 supondría la desaparición de la mayoría de los cultivos del cacao en todo el mundo. Estos cultivos se concentran en la zona conocida como el Cinturón del Cacao, en el Oeste de África. Y esta área es la que más duramente está sufriendo los primeros efectos del cambio climático. “Básicamente, la ampliación del área seca del Sáhara está empujando los campos de cacao hacia las zonas costeras”, describe Peter Laderach, portavoz del Programa de Cambio Climático de CIAT. Pero como admiten en la organización, si el proceso continua, los cultivos no podrán extenderse más allá. Lógicamente. Allá está el océano.
Cultivadores de chocolate
Y esto no solo va a ser un problema para los millones de adictos al chocolate en todo el mundo. Más grave será la situación de los dos millones de agricultores de países como Sierra Leona y Camerún que viven de la recolección de cacao. Pero peor podría ser que la emigración de los cultivos se extendiera hacía el sur. En esta zona se toparía con la selva tropical. Y el problema de deforestación es evidente. Como ha sucedido en Indonesia con los cultivo de palma, en la CIAT temen que la biodiversidad sea amenazada por campos de cacao. Otra de las opciones es la que ya están poniendo en práctica países como Liberia. Incentivar a sus agricultores para que cambien los cultivos de cacao por otros que precisen menos agua y que toleren mejor las altas temperaturas. Estro ha provocado las primeras alzas en el precio del chocolate en los mercados internacionales.