Las áreas silvestres del planeta, esto es, aquellas a las que el hombre no les ha metido mano, excavadoras o máquinas, están desapareciendo a un ritmo nada baladí: casi un 10% de las que había en la década de los 90 ya no existe, según un estudio publicado en la revista Current Biology. Y eso a pesar de que son, según explica la propia publicación, áreas vitales que formaban la base de los ecosistemas, particularmente en los lugares donde más se han perdido, en el Amazonas y en África Central.
La peor noticia para el equipo investigador, que define estos lugares como "naturaleza", describiéndolos como "un lugar biológica y ecológicamente intacto, libre de cualquier perturbación humana significativa", es que se trata de zonas irrecuperables y muy difíciles de compensar, al igual que cuando se pierden las especies en extinción.
Leequid