Pensaremos que es un fenómeno actual, pero no. Se acaban de encontrar evidencias de que el hombre pudo contaminar por primera vez un río hace aproximadamente 7.000 años, según un estudio de la Universidad de Waterloo publicado en Science of the Total Environment. Lo ha descubierto el profesor Russell Adams, del Departamento de Antropología de esta universidad canadiense, que, con la colaboración de sus colegas, ha encontrado en un lecho de río seco en la región de Wadi Faynan, al sur de Jordania, pruebas de contaminación temprana causada por la combustión del cobre. Tiene sentido. Aquella era la época calcolítica o de cobre, un momento de la historia en el que el hombre pasó de hacer herramientas de piedra a hacer herramientas de metal. Un momento de transición entre el Neolítico tardío o Edad de Piedra y el comienzo de la Edad de Bronce. La gente creó el cobre en este momento a partir de un combinado del carbón de leña, cuyo uso se extendió con los años.

La escoria, el elemento contaminante

Hubo un producto residual en estas fundiciones, que contenían cobre, plomo, zinc, cadmio, arsénico, mercurio y talio, que absorbieron las plantas, y comió el ganado. Ese producto era fue la escoria. Adams mantiene que esta contaminación que se acumuló durante miles de años podría haber ocasionado problemas de salud generalizados en poblaciones antiguas, causando infertilidad, malformaciones, muerte prematura… El científico analiza ahora los efectos de esta contaminación en la Edad de Bronce en la región de Faynan, al Sur de Jordania, con una larga historia de ocupación humana y que considera el punto de partida del Neolítico. La investigación, publicada en la revista Science of the Total Environment, arroja luz sobre un momento decisivo en la historia, cuando los seres humanos comenzaron a pasar de hacer herramientas de piedras a hacerlas de metal.