La edad es una cuestión mental, vale, y lo importante es sentirse joven de espíritu. Pero nuestro cuerpo está obligado a experimentar cambios con el paso del tiempo y cuidarse no está de más. Hablar de antienvejecimiento no es buscar la fuente de la eterna juventud, sino motivarte a cuidarte un poco más y prevenir que los efectos sean prematuros, o reducir en lo posible los efectos en la piel o las articulaciones, por ejemplo.
No hay milagros, pero sí ayudas.
Como dijimos, el tiempo pasa nos guste o no. Y lo mejor de cumplir años y ganar experiencia, es poderlo disfrutar con salud. Y un cuerpo sano siempre luce bonito, sea como sea. Sobre todo si cuidamos nuestra piel con alimentos naturales que no solo están deliciosos sino que ayudan en forma de antioxidantes o como hidratantes naturales. Por ejemplo el aceite de oliva que nos aportan ácidos grasos monoinsaturados y oleicos que además controla los niveles de colesterol en la sangre. Un chorro de aceite de oliva en una rebanada de pan es un fantástico desayuno o aperitivo, sin olvidar que el aceite proviene de la aceituna. Mejor que patatas fritas y otros aperitivos con grasas saturadas, un plato de olivas.También puedes frenar los efectos del envejecimiento comiendo sushi. Las algas, el pescado con omega 3 o la salsa de soja son excelentes armas.Otros alimentos ricos en estos ácidos oléicos son el jamón serrano y las nueces, y si quieres más antoixidantes añade a tus desayunos o postres un buen tazón de bayas y frutos silvestres como moras, fresas, arándanos o grosellas. Otras frutas y verduras comunes son magníficas como ayuda al antienvejecimiento, por ejemplo el tomate o las cerezas, con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.