A ingenio no nos gana nadie. A aplicar los conocimientos adquiridos tampoco. Hace unas semanas os comentábamos cómo un grupo de expertos había por fin descubierto por qué las cebras tienen rayas. Además de por una cuestión de refrigeración, las rayas blancas y negras sirven a estos mamíferos para espantar a las moscas

Con una secuencia bastante lógica, un equipo de científicos japoneses han aplicado el conocimiento a las vacas. A una vaca en concreto a al que han pintando con el popular motivo de los animales africanos.

Y después han observado al animal pintado. Han estado midiendo, mediante cámaras de alta resolución, el número de moscas que se posaban y picaban a la vaca. Según su análisis, la vaca sufrió menos de la mitad de ataques de insectos. En números, las vacas sin pintar padecieron 110 picatazos en una hora, por los 60 de su compañera modificada. 
 

Microcorrientes

El motivo parece ser el mismo que en el caso de las cebras. La diferencia de color entre unas líneas y otras comporta variaciones en la absorción de calor. Esta diferencia de temperatura genera microcorrientes de aire que, literalmente, espantan a las moscas. 

No se trata de un estudio lúdico. La análisis presenta una línea práctica clara. Cada año, las picaduras de mosquitos y tábanos generan millones de pérdidas en explotaciones ganaderas de todo el mundo. Pintar a las vacas con tintes naturales presenta importantes ventajas frente al empleo de insecticidas que pueden afectar al ganado. 

Otra cosa es que en algún momento veamos a todas las vacas pintadas de esta manera o, conociendo a los humanos, es hasta probable que se inicie uan carrera para modificar genéticamente a estos animales y que ya nazcan con esta variación en su pelo.