Nacemos y vivimos entre extraños, y algunos de ellos se acaban convirtiendo en personas cercanas a nosotros, amigos e incluso familia. Así crecen los círculos sociales. Lo normal es que prioricemos a los parientes y seres más queridos sobre los amigos, de aquí que las personas que tienen familias numerosas suelan tener menos amistades. Además, las relaciones familiares son resistentes incluso aunque se descuiden, mientras que es difícil que una amistad no se resienta si no se hace algo por conservarla. Así, las relaciones familiares nos duran más, pero las amistades tienen hasta un 20 por ciento de rotación cada pocos años, y según el antropólogo británico Robin Dunbar, podemos tener un máximo de 150 amigos, aproximadamente. El científico ha afirmado afirmó que era aplicable a muchos tipos de sociedades, desde las cazadores-recolectores como la clase obrera, las organizaciones militares…

Dunbar, que trabaja en la Universidad de Oxford, publicó esta investigación en los años 90 en Sunday Times, basó su análisis en la corteza cerebral de los simios. Así, el científico explicó que 150 es el límite cognitivo de individuos con los cuales se puede mantener una relación estable, y el número se relaciona con el neocórtex cerebral y su capacidad de procesar el pensamiento y el lenguaje. También impone el umbral el tiempo que lleva mantener relaciones significativas, dice Dunbar. "El tiempo que pasas", agrega, "es crucial".

El antropólogo ha actualizado recientemente su investigación para adaptarla a las nuevas formas de relacionarnos que estamos siguiendo desde que manejamos las redes sociales, y se reafirma que, a pesar de tener cientos de amigos en Facebook y miles de seguidores en Twitter, solo podemos mantener unas 150 relaciones significativas en cualquier momento. Dunbar afirma que la mayoría de las personas tienen alrededor de cinco amigos íntimos, 15 amigos cercanos, 50 amigos en general y 150 conocidos.