Científicos de la Universidad de Salamanca (USAL) han descubierto que la luz puede forzar una torsión sobre sí misma sin necesidad de fuerzas externas, lo que supone un paso fundamental para la tecnología del futuro, como lo fue en 1993 el hallazgo de la capacidad de la luz para generar vórtices.

Así se ha publicado en la revista Science, y el trabajo abre nuevas vías para la experimentación básica en torno a las dinámicas de las interacciones entre la luz y la materia. La nueva propiedad ahora descubierta, es decir, el giro sostenido al aplicar un gas sobre dos vórtices o torbellinos fusionados, lo han llamado vórtices con torque.

Los científicos han señalado que el hallazgo es fruto del trabajo iniciado por el grupo en 2013 que cuenta con financiación nacional y autonómica.