Pensar en colonizar Marte es mucho más que ingeniárnoslas para llegar allí. Ese sería solo el primer problema. El segundo es qué hacer cuando estemos allá. Y la solución se está empezando a diseñar aquí

Porque los futuros hogares marcianos deben tener unas especificaciones muy concretas. Debes ser hermético para que no se escape el oxígeno, seguro para que a los habitantes no les frían las radiaciones solares y resistentes a las tormentas de polvo que a veces cobren todo el planeta. 

Con estas condiciones comenzaron a trabajar en la compañía norteamericana AI Space Factory. Han sido tan imaginativos como para unir la última tecnología con los medios de construcción más tradicionales. 

El resultado son unos habitáculos con forma de dátil en posición vertical, de unos cinco metros de alto. Y construidos con materiales locales, es decir marcianos, e impresoras 3D.

Basalto marciano 

Ha sido el proyecto ganador del concurso convocado por la NASA para el diseño de las futuras casas de los primeros colonizadores del planeta rojo. Hogares construidos con polímeros de basalto, un tipo de material del que se dispone sin problemas allí. Y que además es reciclable y biodegradable

Las máquinas hacen todo el proceso. Una tolva extrae y realiza la mezcla con el material de la superficie de Marte. Lo convierte en una masa de construcción y lo conduce a la impresora 3D. Esta impresora, un impresionante brazo robótico, va aplicando el material en precisos movimientos circulares. En total tarda unas 30 horas en tener listo el armazón exterior de los habitáculos. 

Dos años de ingeniería y creatividad han sido necesario para llegar a esta solución que ha llamado la atención de la agencia espacial norteamericana. Un sistema de construcción que, según sus autores, no hace falta esperar a llegar a Marte a aplicar. Consideran que ya podría comenzar a emplearse aquí mismo, en la Tierra.