Algunos no saben lo que les espera con eso de los campamentos de verano. Nosotros llegamos a nuestro campamento a las seis de la tarde y al principio pensamos que sería muy aburrido, pero eso pensamos de todo siempre. No sabíamos lo que iría a pasar. El primer día es siempre aburrido porque nunca nos dejan hacer nada aparte de organizar la ropa. Pero es siempre el segundo día cuando las cosas empiezan a molar. Por la mañana es cuando los monitores nos empiezan a regañar por cosas muy estúpidas que hacíamos.

Regar con agua

Primero, para despertarnos, una niña nos empezó a tirar agua y nosotros como venganza la rociamos a ella y a sus amigas con la manguera. Luego, por la tarde cuando estábamos relajadamente descansando en la cabaña, de repente nos despertó un ruido extraño y supimos que la habíamos liado cuando vimos a MI AMIGO al lado de la ventana caída, por lo que pedimos ayuda a todas las cabañas para colocar la ventana antes de que los monitores llegasen. Pero no pudimos y nos cayó una bronca monumental.

Maletas que saben nadar

Luego, dos días mas tarde cuando estábamos durmiendo, a MI OTRO AMIGO se le ocurrió la genial idea de ducharse en la ducha rota de la cabaña. Ese mismo día, al despertarnos nos dimos un gran susto al ver que había dos centímetros de agua por toda la cabaña y por que demonios nuestras maletas estaban flotando por toda la habitación pero gracias a Dios que toda nuestra ropa estaba organizada en los armarios.

Encerrados en el cuarto

Los monitores ya estaban bastante cabreado con nosotros, tanto que nos hicieron recoger todas las mesas del campamento desayuno, comida y cena. Pero lo único que creo eso fue que nosotros también nos enfadásemos más aún con ellos. Y ya, para colmar el vaso, cuando acabamos la velada de ese día, y nos estábamos dirigiendo a la cabaña yo, que entre el ultimo pegué un portazo y de repente el pomo se cayó. Yo creo que voy a parar aquí, porque si sigo lo mas probable es que mis padres no me dejen volver mas al campamento.