Vivimos en un mundo diverso y en un frágil equilibrio. Cuando durante millones de años las cosas ha sido así y todo ha funcionado bien es por motivos bien fundados. Y si este equilibrio, si esta diversidad, se pierde las consecuencias son siempre catastróficas.
Un nuevo ejemplo ha sido descubierto por un equipo internacional compuesto pos investigadores de España, Reino Unido, Malasia han analizado cómo distintos cultivos responden a largos periodos de sequía.
Las conclusiones son que la biodiversidad favorece la resistencia de las plantas a los periodos de escasez de lluvias. Por el contrario, aquellas zonas en las que se concentran ejemplares de la misma especie presentan una mayor afectación a la sequía.