Si es que son, entre otras cosas, idiotas. Los últimos acontecimientos han vuelto a poner el foco sobre los nazis, supremacistas blancos, racistas o segregacionistas, como quieras llamarlos, aunque Donald Trump no encuentre las palabras. Individuos que ponen el foco en la ciencia para diferenciar razas y la suya, claro, siempre estará por encima.

La ciencia ha hablado

Partir de la ciencia para establecer diferencias entre humanos ya es controvertido. Establecer superioridades o inferioridades a partir de esos resultados, más absurdo aún. Pero sobre todo, lo que es falso. Más que nada porque a estas alturas de la globalización, después de más de 500 años de viajes de inmigrantes de aquí para allá, pretender que alguien es étnicamente puro es una entelequia. Y si no que se lo pregunten a Craig Cobb, uno de los más famosos supremacistas blancos de Estados Unidos. Después de una vida dedicada a propagar el odio a otras razas, eminentemente contra la raza negra, resulta que él mismo tiene ancestros de esa etnia. Como quedó en entre dicho hace unos años en un programa de televisión. Se prestó a realizarse un análisis de ADN. Este análisis determinó que Cobb tenía nada menos que un 14% de ADN correspondiente a individuos del África sub-sahariana.

La conspiración de siempre

A partir de este hecho, muchos otros racistas blancos se realizaron análisis de ADN. Y sus resultados fueron muy similares. Más de dos tercios de los racistas que se hicieron los análisis obtuvieron como resultado ancestros africanos, asiáticos o judíos. Pero como cabe esperar de mentes cerradas, no aceptan lo que la ciencia dice, cuando la ciencia no coincide con sus delirios. En el foro de Internet Stormfront, en el que se discuten esos resultados las reacciones son variadas. Están los que directamente niegan su validez. Los que aseguran que ellos conocen perfectamente sus ancestros y que la ciencia no va a saber más que ellos, claro. Y luego están los que no pueden faltar. Los que ven en estos análisis una conspiración mundial orquestada por los judíos para desestabilizar todo el movimientos. Como si hiciera falta una conspiración a escala planetaria para dejar sus argumentos en ridículo.