El Ayuntamiento de Barcelona envió el pasado martes a los centros municipales con piscina un informe de la Oficina per la No Discriminació (OND) que recuerda que el 'topless' debe permitirse en todos sus espacios, porque no hacerlo representaría una práctica "discriminatoria", al fijar normas de vestimenta en función del género.

Preguntada en declaraciones a los medios, la teniente de alcalde Janet Sanz ha destacado que esta práctica nunca ha estado prohibida en las piscinas municipales y que lo que ha hecho la OND ha sido recordarlo a los centros.

El objetivo es que "todas las mujeres que quieran hacer 'topless' lo puedan hacer" con normalidad en los centros de titularidad municipal, ya sean públicos o privados, ha destacado Sanz, que ha remarcado que el Gobierno municipal quiere que todas las mujeres se sientan libres en estos centros.

Esta postura no ha gustado nada en las filas de Vox. De hecho, Ignacio Garrido, diputado por Barcelona, ha mostrado su férrea disconformidad a la decisión del Consistorio de la Ciudad Condal: "El Ayuntamiento de Barcelona ahora decide que mis hijos han de ver topless cuando yo como padre he decidido educarles en el valor de la intimidad. Esta izquierda es terrorífica. Defender la libertad es respetar a quien quiere ir a una piscina pública y no ver topless", ha escrito en un tuit.