La Semana Santa ya ha comenzado y las procesiones se suceden. Y los accidentes también. Es el caso del Santísimo Cristo de Burgos. La efigie se precipitó antes de arrancar la procesión, justo cuando la estaban alzando, tal y como publica diariodeburgos.es.

Todo ocurrió a los pies de la Iglesia de San Gil. Cuando el mástil se rompió y se cayó el Cristo, varios asistentes intentaron frenarlo, pero fueron golpeados en la cabeza y en los brazos. Incluso, un integrante de la banda sufrió un desvanecimiento y tuvo que ser atendido por voluntarios de la Agrupación de Protección Civil.

Tras el incidente inicial, metieron al Cristo en el interior del tempo para comprobar los daños sufridos.

La procesión comenzó con unos minutos de retraso, pero arrancó sin más incidentes. Eso sí, las redes sociales poco tardaron en hacerse eco.