Después de que el Tribunal Supremo ordenara el cese de las emisiones de Pasapalabra, TeleCinco tuvo que recurrir al plan de contingencia para evitar la pérdida de audiencia en ese espacio de tiempo. La decisión final fue ampliar el horario de Sálvame con una nueva edición – Sálvame Banana – y resultó un acierto, pues congregó a más de dos millones de personas.

Mediaset prefirió que Sálvame Banana ocupara el vacío de Pasapalabra y, en su estreno, los datos confirman que fue una decisión estratégica para aumentar la audiencia. De hecho, la primera emisión de esta ampliación de Sálvame congregó a 2.138.000 espectadores, obteniendo una cuota de pantalla del 19%.

Datos tremebundos pero que, a la postre, resultan una victoria agridulce para la cadena. Lo comido por lo servido. La audiencia se multiplicó en la franja horaria que estaba Pasapalabra antes del fallo del Supremo, pero hirió gravemente a los informativos de la cadena.

El telediario que presenta Pedro Piqueras en TeleCinco acusó la ausencia del concurso. El último minuto de Pasapalabra – con el rosco – dejaba tramos de cuota de pantalla que rozaban el 24%. En cambio, el programa de La Fábrica de la Tele tan sólo superó ligeramente el 17%.

El arrastre que dejaba el concurso en la segunda edición del informativo de la primera cadena de Mediaset impulsaba al noticiero, que perdió 6,6 puntos en el estreno de Sálvame Banana. Un descenso que lo aprovechó Vicente Vallés en Antena 3 para batir récord personal de temporada con 1.951.000 espectadores.