La Conferencia de Presidentes celebrada este viernes en Barcelona no ha tenido como principal foco el debate institucional entre Gobierno y las distintas comunidades autónomas, sino que los momentos de tensión y fricción política han trascendido por delante. La actitud de Isabel Díaz Ayuso, tanto por su encontronazo con la ministra de Sanidad como por su decisión de abandonar la sesión por el uso de las lenguas cooficiales, ha acaparado el foco mediático, generando así un aluvión de reacciones durante toda la jornada, siendo la esgrimida por Rosa Villacastín una de las más compartidas en redes sociales.

La periodista, que suele valorar con habitual frecuencia la actualidad política, se ha pronunciado este viernes a través de X -antigua Twitter-, donde no se ha cortado en valorar los gestos de la presidenta de la Comunidad de Madrid: “Qué sería de la pobre Ayuso si no fuera montando el numerito allí donde va. Hoy al negarle el saludo a la ministra de Sanidad”, ha comenzado reprochando.

No tiene educación ni clase. Madrid se merece otra cosa”, ha terminado sentenciando sobre la imagen de la presidenta madrileña en la Conferencia de Presidentes.

 

Ayuso, protagonista mediática de la Conferencia de Presidentes

A la llegada de la cita situada en Barcelona, durante los saludos protocolarios entre autoridades, en un primer lugar, en el momento en el que debían saludarse institucionalmente la presidenta madrileña con la ministra de Sanidad, Mónica García, la primera le ha espetado:  “¿Saludas a una asesina?”. Una pregunta a la que la titular de Sanidad ha respondido: “¿Perdona?”. Según las fuentes de Sanidad, Ayuso se ha dirigido a la titular de Sanidad con una actitud “muy nerviosa, inquieta y agresiva” a modo de reproche porque le hubiera llamado “asesina” por las muertes en las residencias de mayores durante la pandemia; un hecho que el equipo de García ha tachado de “mentira”.

Habiendo cumplido la foto de familia y haber entrado el Gobierno y los presidentes autonómicos a la sesión, estaba previsto el uso de las lenguas cooficiales durante su transcurso -catalán, euskera y gallego-. Así las cosas, tras el uso del catalán por parte del catalán Salvador Illa y la balear Marga Prohens, también del gallego Alfonso Rueda, nada se ha alterado; sin embargo, en el turno de palabra del vasco Imanol Pradales, la madrileña -además de no colocarse el pinganillo para escuchar la traducción- se ha levantado y ha abandonado la sala.

Tras este movimiento, y en declaraciones posteriores en rueda de prensa, Ayuso ha caído en la contradicción por sí sola al defender, por una parte, su decisión de abandonar la reunión con el Gobierno y el resto de sus homólogos territoriales; mientras que, por otra, ha reconocido la multiculturalidad de España residente en sus lenguas cooficiales: “No tiene sentido que en los pasillos estemos hablando en perfecto español y que luego tenga que ponerme un pinganillo para entenderles en otros idiomas. (…) Del mismo modo que ningún presidente autonómico me ha pedido permiso para hablar en su idioma. A mí me parece bien que hablen en gallego o en valenciano, pero se utiliza el catalán como un arma de división”, ha subrayado en su defensa.

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