Este lunes, la princesa Leonor recibía la medalla de Galicia, máxima distinción de la comunidad autónoma. Frente a las autoridades, la primogénita del rey Felipe VI pronunciaba un discurso cercano y basado en la tierra, con gaiteros escoltando, mención a las idas y venidas de un pueblo emigrante e incluso partes en gallego y referencias a lo bien que se come en esta tierra, “sobre todo en los furanchos”.

Aprovechando que Leonor hablaba en gallego, el PP de Galicia aprovechaba para compartir a través de sus redes sociales un fragmento de este discurso. Concretamente, los encabezados por Alfonso Rueda definían a la princesa “como una gallega más”: “La morriña no será necesaria, porque aquí tienes una tierra que te acogerá siempre con los brazos abiertos”.

No obstante, estas bonitas palabras de los populares gallegos han sido tomadas con sorna, y cierta ironía, por el PSOE de Madrid, que ha querido recordar lo que hubiese hecho Ayuso al escuchar a la princesa Leonor hablar en una lengua cooficial del Estado: “Suponemos que Ayuso, por coherencia, se habría levantado y se habría ido, ¿no?”, se preguntaban.

Un interrogante que bebe de la actitud que demostró la baronesa madrileña en la última conferencia de presidentes celebrada en Barcelona, cuando, ya desde los días previos, materializando posteriormente su amenaza, avisó de que se negaría a escuchar los discursos de sus homólogos territoriales que en vez de utilizar el castellano se decantasen por las lenguas autóctonas de sus territorios.

El recuerdo de la emigración

La base central sobra la que pivotó el discurso de Leonor fue el pasado emigrante de una tierra como Galicia, extensible al resto de España. En un momento en el que se está librando una batalla entre neonazis desplazados a Torre Pacheco “a la caza del moro” y magrebíes de la zona, la primogénita del rey quiso recordar tiempos pasados en los que eran los españoles quienes salían a buscarse la vida.

Reconocía de esta forma la huella "profunda y fértil" de Galicia en América y se refería, entre otros, "a aquellos gallegos que trabajaron en la construcción del Canal de Panamá" o que emigraron a países como Brasil o Uruguay, lugares en los que aún hoy "a los españoles los llaman gallegos".

"En Galicia se alcanzaba el antiguo 'finis terrae' y, desde sus costas, los gallegos han abrazado los confines de la tierra. Y hoy, con su milenaria historia y su alma compostelana, recibe y acoge en peregrinación a personas de todo el mundo. Hoy Galicia es tierra de acogida y puedo dar fe porque me sentí como una gallega más", sentenciaba.

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