El partido que enfrentaba el pasado domingo al Paris Saint-Germain y el Olympique de Marsella ha dado la vuelta al mundo, y no precisamente por el resultado final. 

El 'clásico' francés concluyó con una victoria por la mínima del equipo visitante (0-1), aunque eso no fue lo más destacable de una noche que en ningún momento discurrió de forma tranquila, ya que varios jugadores de ambos equipos potagonizaron diversos enfrentamientos durante los noventa minutos.

Sin embargo, el momento más tenso tuvo lugar al borde del pitido final, cuando Álvaro González y Neymar mantuvieron un intercambio de palabras. El español le dijo al brasileño "cómeme los huevos" después de que el primero le empujara.

Sin embargo, esas no parece ser las palabras que desencadenaron la reacción del brasileño, que denunciaba dentro del campo primero y en redes después, haber recibido previamente insultos racistas como "mono de mierda" y lamentaba "no haberle pegado en la cara".

Neymar instaba al juez de línea que había golpeado al futbolista "por racista", mientras que Álvaro recriminaba al brasileño que no sabía perder.

Otro de los protagonistas del enfrentamiento fue Di María. El argentino, escupió supuestamente al jugador del Marsella.

El enfrentamiento, ajeno a lo deportivo, concluyó con un total de cinco expulados,  tres del PSG y dos del cuadro visitante.