En la anterior cita electoral del pasado 28 de abril, Pablo Motos en 'El Hormiguero', hizo entrevistas con los principales líderes políticos, pero no con todos fue igual de amable y bueno:

La actitud de Pablo Motos con Albert Rivera, líder de Ciudadanos fue muy amable y cariñosa. El presentador no puso en ningún compromiso al líder político, ningún reproche, ninguna punzada y ningún zasca. La entrevista fue de lo más dócil y cariñosa, ya que ni se llegó a preguntar por la cuestión que rodeaba a Rivera por esos tiempos: su relación con Malú.

Con el líder del Partido Popular, Pablo Casado, el presentador no fue tan amable como con Rivera. La entrevista comenzó con un tono cordial, pero fue cobrando algo de tensión con el paso del tiempo. Pablo Motos le planteó cuestiones como: “¿Echar al 80% de los cabeza de lista es una revolución tranquila o una purga en toda regla?” o afirmaciones como “Lo habéis perdido por el dinero negro, la corrupción, los pobres…”

Zascas para la izquierda

En cambio, con los líderes de la izquierda la cosa no ha ido tan bien. Pedro Sánchez no quiso acudir en la citada campaña electoral y el presentador no dudó en tirarle un dardo: “Pedro Sánchez sí que vino en las pasadas elecciones cuando era aspirante, pero nos contestaron que ahora no viene porque es el Presidente y no está en sus agenda” y concluyó: “Rajoy sí que vino cuando era Presidente. No sé, a lo mejor no viene porque no tenemos sitio para que aterrice con el Falcón”.

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Pero el plato más fuerte se lo llevó Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos: la entrevista fue de lo más tensa y fuerte. El presentador hizo comentarios comprometidos como: “El que tiene poder lo ejerce, como los bancos y los empresarios. Yo te puedo contar mi experiencia. Llevo 30 años en los medios de comunicación, a mí nunca un banquero o empresario me ha presionado, pero políticos… ¡Estoy cansadito! Y vosotros (Podemos) no presionáis porque no tenéis poder”. Pablo Motos, sin quedar satisfecho con ese comentario se metió en el terreno del chalet del político y le preguntó si volvería atrás en el tiempo para replantearse comprar el chalet después de todo el revuelto generado. Por último comentó: “El peaje político es haber hablado de la casta y ahora ser tu la casta”, refiriéndose a esos políticos que viven en urbanizaciones de lujo.