Con motivo del Día de Europa que se celebra este viernes, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se ha desplazado hasta Córdoba donde se ha reunido con el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, en un coloquio que ha estado moderado por la portavoz del PP europeo, Dolors Montserrat.

En un momento del encuentro, cuando el líder del PP nacional pretendía señalar determinados procedimientos europeos sobre regulaciones vinculadas al medio ambiente y el cambio climático, ha ofrecido a los asistentes al acto un pequeño despiste que no ha pasado desapercibido y que, incluso, ha llegado a recordar lapsus anteriores de otro de los líderes del PP, Mariano Rajoy.

Cuando uno de los participantes le ha preguntado por este tipo de procedimientos, Feijóo ha querido ejemplificar de una particular manera su respuesta. “No me empiece usted con los procedimientos”, ha comenzado. Tras ello, ha ido a coger una botella de agua pero ha sido ahí cuando ha pasado algo que parece que no esperaba. “Esto no vale, no vale de ejemplo, porque como no tiene el tapón de plástico, no vale de ejemplo, Pero lo puso el otro día el canciller Merz…Esto del tapón de plástico que no se rompe porque ahora resulta que… algún colega europeo consideró que esto es lo mejor del mundo, pues hombre, no sé si deberíamos dedicarle mucho tiempo a eso, pero he visto que Europa le ha dedicado mucho tiempo a este asunto. Regulamos para obtener un resultado”, ha añadido.

Regulación europea sobre botellas de plástico

Al margen de ello, y de la reacción en clave de humor que haya despertado el comentario de Feijóo, lo cierto es que desde el pasado mes de enero, todas las botellas de plástico PET -aquellas fabricadas con polietileno- y aquellas hechas a base de poliproneo están obligadas a contener al menos un 25% de plástico reciclado. Una cifra que deberá alcanzar el 30% en 2030.

Previo a ello, ya desde 2019 la Directiva sobre Plásticos de un Solo Uso (SUP) viene advirtiendo y aplicando modificaciones en las botellas de este material. En ese año, una de las primeras medidas fue obligar a los fabricantes de botellas de plástico a incorporar tapones sólidos en sus productos, lo que facilita el reciclaje y evita que los tapones se dispersen en el medio ambiente. Sin embargo, las últimas decisiones de la Unión Europea buscan también involucrar tanto a los consumidores como a los productores en un proceso de transformación más amplio.

Con todo ello, estas medidas se producen en un momento crítico para la industria del plástico en Europa, que sufrió una caída en su producción del 8,3% en 2023. La producción de plásticos reciclados también disminuyó un 7,8%, lo que complica la implementación de los objetivos de reciclaje establecidos por la Unión. Con las nuevas regulaciones, la Unión Europea no solo pretende reducir la contaminación, sino también presionar a los fabricantes para que inviertan en la mejora de sus procesos de reciclaje y en la innovación de materiales más sostenibles.

Si bien la iniciativa está centrada en la protección del medio ambiente, es evidente que los efectos se sentirán tanto en los consumidores como en la industria, obligando a un reajuste tanto en la producción como en los hábitos de consumo.

Adiós a los plásticos de un solo uso

En líneas similares, justo hace un año, en mayo de 2024, el Parlamento Europeo aprobaba la normativa para conseguir un empaquetado más sostenible en los países miembros. Con ello, se pretende reducir el uso de envases de plástico, como son los sobres de kétchup, azucarillos o minibotes que verán su producción reducida.

El objetivo del Parlamento Europeo con su nueva norma sobre el empaquetado es que para el año 2030 desaparezcan los sobres unidosis de supermercados, restaurantes y hoteles, reduciendo así los envases de plástico en un 5%. La intención es aumentar este porcentaje hasta el 15% para 2040. Y es que, según datos de la UE, cada ciudadano europeo genera 190 kilos de basura de envases al año, por lo que el impacto medioambiental es muy grande. 

Así, el Parlamento Europeo ha aprobado una legislación con 476 votos a favor, 129 en contra y 24 abstenciones. Con todo, estos cambios normativos para la reducción de plástico será de manera gradual e incluso ciertos envases no empezarán a estar prohibidos hasta el año 2030. En concreto, a partir del 1 de enero, gran parte de los envases de un solo uso, muy habituales en ciertos tipos de productos, pasarán a estar prohibidos.