Segunda quincena de agosto e Isabel Díaz Ayuso, reciente presidenta de la Comunidad de Madrid, no ha tenido respiro. El pasado miércoles consiguió, tras muchas negociaciones y superar el desdén recíproco de sus socios de gobierno (Ciudadanos y Vox), ser investida como regidora autonómica valiéndose de los votos de todo el espectro de la derecha en la Asamblea. 

Además, la popular ha tenido que enfrentarse a las sombras de corrupción que la persiguen, tanto por el supuesto alzamiento de bienes cometido tras aceptar la donación de un piso para que Avalmadrid no ejerciera su cobro como acreedor, como por las labores como mediadora en Púnica. 

Ahora, pasado el chaparrón y conseguido el objetivo, la dirigente ha aprovechado para bajarse a Sanlúcar de Barrameda para comer con su amigo Carlos Herrera.

Tal y como detalla El Confidencial, fue un viaje relámpago, de ida y vuelta en un mismo días que Díaz Ayuso realizó en AVE hasta Sevilla y posteriormente en coche. Un momento de relajación juanto al periodista, con el que hizo buenas migas cuando se conocieron en febrero en Sevilla, en plena precampaña. 

El encuentro fue organizado por el nuevo asesor de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez. Los dos se entendieron y no dudaron en mostrar en redes sociales que habían disfrutado. Este sábado tuvo lugar el segundo encuentro.