Isabel Díaz Ayuso está dispuesta a defender a Israel hasta el final, negando el genocidio, sea cual sea el ámbito.
Tras las masivas movilizaciones durante la Vuelta Ciclista, el foco se ha puesto en el Festival de Eurovisión. Desde RTVE ya se ha avanzado que España no participará en el evento si el organismo organizador mantiene a Israel en el mismo,algo que, como no podía ser de otra manera, no comparte la presidenta madrileña.
En un intento de demostrar el peso del estado de Netanyahu en Eurovisión con sus abiertas propuestas, Ayuso escribió: "Israel llevó a la primera artista trans a ganar Eurovisión. "Ha quedado entre el 2º y el 5º puesto en decenas de ocasiones con gays y cantos por el feminismo".
"Los artistas o deportistas no pueden pagar por sus gobiernos o la politización. Perdemos todos", zanjó.
Sin embargo, esta defensa de lo que la mentora de Ayuso, Esperanza Aguirre, denomina "la única democracia de Oriente Medio", esconde una realidad que ha pasado por alto la máxima responsable de la Comunidad de Madrid.
Cuando Dana Internacional, artista trans, ganó el festival de Eurovisión en 1998, Benjamin Netanyahu, que hacía muy poco que había llegado al poder, se negó a felicitar a la cantante.
En redes sociales no han tardado en recuperar el momento en que se hacía eco de esto Televisión Española. Así contaba Almudena Ariza lo que estaba pasando entonces en Israel con aquella victoria.
Dana Internacional
Dana Internacional, Sharon Cohen, nació en Tel Aviv el 2 de febrero de 1972. Trabajaba en discotecas, cuando fue descubierta por el productor y DJ Offer Nissim.
En 1998 representó a su país con la canción 'Diva', con letra de Yoav Ginai y música de Tzvika Pick; y logró ser la primera cantante abiertamente transgénero en hacerse en la victoria. Obtuvo 172 puntos, suficientes para ganar la edición que se desarrolló en aquel entonces en Birmingham, Reino Unido.
Su victoria generó controversia. Si bien muchos vieron en ella un avance en derechos humanos y diversidad, recibió muchas críticas de los sectores más conservadores de Israel.
“Diva” fue interpretada íntegramente en hebreo, siguiendo una de las reglas vigentes en la época, la de cantar en el idioma nacional.