Las bodas suelen girar en torno a una pareja que celebra el inicio de una nueva etapa rodeada de familiares y amigos. Sin embargo, a veces un detalle espontáneo logra eclipsar los planes más cuidados. En este caso, el protagonista no fue ni la novia ni el novio, sino su perro, un golden retriever que irrumpió en la celebración probablemente convencido de que todo aquel despliegue era en su honor.
El animal, que es parte importante de la vida de sus dueños, apareció en el evento con un collar con forma de esmoquin que le daba un toque elegante. Lejos de quedarse quieto, empezó a moverse por el recinto con una energía contagiosa, saludando a los invitados y corriendo entre las mesas. Para muchos, el golden retriever parecía el auténtico anfitrión de la boda.
Risas, móviles en alto y un nuevo protagonista
El entusiasmo del perro fue tan natural que pronto se convirtió en parte de la boda. Los asistentes, que en un principio se sorprendieron al verlo corretear con tanta emoción, no tardaron en sumarse a la escena con risas, aplausos y móviles grabando cada movimiento. Cada vez que pasaba junto a un grupo, las carcajadas se multiplicaban.
Los novios, algo desconcertados ante la situación, observaron cómo su mascota se convertía en el alma de la fiesta. Decidieron no intervenir y dejar que disfrutara, conscientes de que su presencia también formaba parte de lo que hacía especial aquel día. “Parecía estar convencido de que era su boda”, comentaba uno de los testigos entre risas.
Un momento grabado y celebrado
A pesar de que muchos se sorprendiron por el comportamiento del can, lo cierto es que su entusiasmo es un comportamiento totalmente natural en el mundo canino. Y es que según advierten expertos veterinarios como la Dra. Jessica Taylor, veterinaria de Petfolk, estos movimientos efectuados por el perro se denominan 'zoomies' y pueden definirse como una especie de baile feliz o explosión de energía“.
Estos 'zoomies' lo que significan fundamentalmente que están jugando y/o descargando el exceso de energía. En este sentido, este comportamiento es absolutamente normal y, por tanto, expertos como el ecólogo y etólogo Marc Bekoff recomiendan que dejemos a nuestros peludos disfrutar de estos momentos de alegría; eso sí, siempre y cuando estés seguros de que el animal esté seguro y que, por supuesto, no haya peligro en el área en la que se encuentre.
Las redes amplifican el momento
El vídeo del perro vestido de gala no tardó en difundirse por internet. Muchos usuarios se sintieron identificados con la escena y llenaron los comentarios de frases ingeniosas. Uno escribió: “Cree de corazón que todos están allí por él”, mientras otro apuntaba: “Si no hay carreras en la boda, yo no voy”. Un tercero añadió con un toque de humor: “Cree de corazón que todos están allí por él”. Así mismo, otros usuarios que eran tutores de perros de la misma raza aseguraban que su can hacía las mismas cosas y que es un comportamiento que les encantaba.
Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes
Síguenos en Google Discover