El periodista Jordi Évole ha dedicado su columna semanal de La Vanguardia a hacer una reflexión sobre las redes sociales, los medios de comunicación de masas y algunas ideologías que se han quedado caducas.

Al hilo, se ha acordado precisamente de lo que dijo Pedro Piqueras en una entrevista: que la última droga que había tomado era el smartphone. Utilizando este asunto como hilo conductor, Évole ha sido muy crítico con ciertos sectores con "creencias ancestrales". El periodista ha vaticinado que, en un futuro, llevar el teléfono all instituto será recordado como cuando se dejó de fumar en los aviones o los niños consumían cigarrillos en las bodas. "Todas las épocas tienen fenómenos inexplicables, algunos perduran como creencias ancestrales: lo de que la Tierra es plana no lo hemos acabado de superar, o los que niegan el cambio climático, o los que aseguran que los jueces no hacen política...", ha argumentado.

"O los que tumban leyes favorables a la mayoría de la población, o cuando se muestra comprensión por cómo actúa el Gobierno de Israel", ha continuado, en referencia a la negativa de PP, Vox y Junts a la reducción de la jornada laboral y a las recientes declaraciones de algunos dirigentes del PP como José Luis Martínez-Almeida, Isabel Díaz Ayuso, Carlos Díaz-Pache o Esperanza Aguirre, que han puesto en cuestión que lo que está ocurriendo en Gaza sea un genocidio.

Sin perder el hilo entre el móvil y los pensamientos que se han quedado arcaicos, Évole también ha recordado el paso de Mariló Montero por La Revuelta, en un programa en el que se vivieron momentos de tensión y debate. La periodista llegó a afirmar, sobre la tauromaquia, que "el toro no sufre" y sobre la programación de TVE que se había vuelto excesivamente de izquierdas y que "ya no se puede decir nada".

"Me queda reconocer los chutes de felicidad que me sigue proporcionando el jodido móvil... Esta semana mismo, la pantalla se iluminó y me empezaron a saltar vídeos de los diálogos que mantuvieron Broncano con Mariló Montero. Parecía que llevaban un guion. Las dos Españas, o algo parecido, en prime time reunidas en un mismo plató", ha reconocido.

"Tirándose pullas sin perder la sonrisa: ella jugando al ataque en campo contrario, defendiendo que los toros no sufren en las corridas o revelándonos, como si le dijese a Rick en Casablanca 'qué escándalo, aquí se juega', que TVE era una televisión pública sesgada a favor del Gobierno. Hasta un señor del público le habló de Telemadrid. ¿Quién se desengancha así del smartphone, Pedro Piqueras?", ha sentenciado Évole en su columna. Otra de las frases estrella de Broncano sobre la máxima del "ya no se puede decir nada": "Me hace gracia que haya gente que diga que no puede decir nada y justamente lo dicen en programas de máxima audiencia donde les están dejando decir lo que les sale de los cojones".

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