Kantar Media, la empresa encargada de la medición de las audiencias televisivas en España desde hace más de tres décadas, se ha visto envuelta en la polémica desde hace semanas. Las audiencias de Televisión Española (TVE) han comenzado a crecer exponencialmente y, frente a este cambio, han empezado a surgir las acusaciones de que el Gobierno de Sánchez "habría comprado Kantar Media". No obstante, desde la entidad ya han dejado claro que existe una regulación estricta, así como que no ha habido ningún tipo de cambio en el sistema de medición. ElPlural.com ha podido hablar con fuentes vinculadas a la empresa para conocer cómo funcionan las mediciones. Esta es la explicación técnica que desmonta el bulo sobre las audiencias.

En primer lugar, cabe destacar que Kantar Media es el "dueño" del panel en España. ¿Esto qué quiere decir? Que son los "dueños del dato". Este panel está compuesto por unos 6.000 hogares que constan, a su vez, de unas 16.000 personas. Esta cifra va variando porque existe una rotación en el panel, es decir, una persona no puede ser panelista toda su vida, tiene una vida útil.

La elección de esta muestra, que se convierte en representativa de la población española, no es al azar, sino que responde a una serie de parámetros que, precisamente, convierten a estas personas en la representación de la ciudadanía española. Así, entre otras fuentes, se extrae de un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) que sirve para ver cómo se distribuye la población española. "Hay que tener una serie de perfiles para que sean representativos y lo que se hace es, tras un análisis, ir puerta a puerta", explican las fuentes previamente citadas. .

Estos entrevistadores son los encargados de plantear una serie de preguntas a los posibles panelistas para comprobar si encajan en el perfil buscado y, una vez dada la luz verde, se pide una autorización y se procede a hacer una instalación en los hogares de los elegidos: "Es una forma muy mecánica, pero es la más honesta", explican.

Una vez escogidos los hogares, la empresa instala dos tecnologías diferentes. Por un lado, un dispositivo conectado al router del hogar, que mide el consumo de plataformas de streaming y cualquier otro consumo de un dispositivo conectado al wifi del hogar. Y, por otro, un dispositivo que se conecta a los televisores de los panelistas y mide todo el consumo televisivo, tanto de lineal como de streaming. Este último aparato es el que posibilita conocer los datos de share de las cadenas de televisión. 

Finalmente, el dato final, que resulta de las cifras recogidas en cada hogar y que es la cuota de pantalla de cada emisión, está "auditado y regulado".

Una medición regulada en la que intervienen las cadenas

Kantar Media se encuentra auditado por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) y, a su vez, regulado por dos organismos -uno más técnico y el propio organismo regulador-. Precisamente, estos organismos están compuestos por representantes de las cadenas de televisión, operadores, agencias, anunciantes, etc.

Su rol es el de asegurarse que todo se hace como se debe, de que cualquier decisión que se toma se somete a votación previamente en el organismo: "Nadie hace nada sin que toda la industria esté de acuerdo", explican las fuentes.

Es decir, existe una relación directa entre regulado y reguladores, quienes están informados de controles, decisiones, etc. Desde que la derecha comenzara a sembrar la duda sobre la transparencia de los datos, Kantar Media ha continuado realizando controles diarios y la conclusión -sobre la que también están al tanto estos representantes de la industria- siempre es la misma: no hay ninguna incidencia y se está llegando al nivel de calidad. 

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