Este miércoles, la derecha daba un paso más en su campaña contra Sarah Santaolalla. El PP emitía un comunicado en el que exigía que TVE prescinda de la colaboradora en sus espacios. Se trata de colofón final a una persecución que la derecha lleva meses liderando en contra de la analista política, quien ya denunció el acoso contra ella en ElPlural.com.

La periodista fue víctima de una nueva oleada de acoso en redes sociales por sus opiniones en los distintos programas de la parrilla en los que colabora. Frente a esta situación, alzó la voz y aseguró que se trata de "una campaña totalmente orquestada y financiada por los de siempre, porque no hay que ser muy listo para darte cuenta de que si un día te demanda Desokupa, al día siguiente te advierte Hazte Oír, o a la mañana siguiente estos activistas que te acosan con un micro por la calle mandan a todos sus trolls desde sus cuentas".

"El partido de la ultraderecha también va en contra de ti. No hace falta saber que esta gente actúa en manada y actúan así siempre", señalaba. No obstante, la analista política expresó una vez más su entereza ante los continuos ataques: "Dicho esto, a mi profesión no están afectando, la están reforzando. Reforzando que una chica de 25 años, preparada, formada y sobre todo, en un buen momento laboral, se está enfrentando a toda esta jauría sin tener la pasta que ellos tienen, sin tener los medios que ellos tienen, pero eso sí, teniendo otro discurso que a lo mejor ellos no tienen nunca".

No obstante, Sarah Santaolalla reconoció que "no es grato encontrarte todos los días con que te llamen puta, zorra… ". La periodista expresaba cómo, durante este tiempo, su intimidad y privacidad se han visto invadidas: "Estoy acostumbrada a los insultos y a las amenazas, pero quizás nunca habían llegado tan lejos. Esta vez han filtrado fotos mías teniendo 13 años, fotos de mis padres y han llegado a amenazarme de muerte".

El acoso ha alcanzado sus niveles máximos en algunas ocasiones, tal y como ella confesaba al reconocer que la han amenazado de muerte: "Tengo mensajes de seguidores de esta gentuza diciéndome que me van a degollar el cuello, que me van a matar. Tengo estos mensajes cada día, insultos de todo tipo y han ido un paso más, han filtrado mi número de teléfono y me llegan llamadas con número oculto donde también me amenazan. La estrategia de estos fascistas es intentar destruirte e incluso que si voy a trabajar me piense dos veces lo que voy a decir".

Uno de los acosos al que hace frente a diario es el machista. Bertrand Ndongo es uno de los referentes de ultraderecha que más han abanderado las críticas machistas: "Primero reafirma lo que llevo diciendo mucho tiempo: que llevar un micro no te hace periodista. Este tipo de gente son agitadores que todavía no entiendo por qué tienen ciertas acreditaciones en el Congreso o en otros lugares".

El agitador ultra publicaba entonces un tuit en el que le decía: "Saca una teta, anda. Que nos hacemos todos más woke. Ante estos intolerables comentarios, Santaolalla denunciaba que "me produce un bochorno de cómo ve esta gente a las mujeres, solo servimos como carnaza, como objeto o dónde nos pueden follar, dónde nos pueden agredir verbalmente, dónde nos pueden agredir físicamente, dónde solo somos una simple prostituta que se dedica a contestarles".

"Así es como entienden las mujeres, y por eso ese machismo tan rancio y por eso esa superioridad. No solo tenemos que estar las mujeres unidas, también la sociedad, tenemos que frenar a estos machistas de manual porque lo que nos pasa una mañana nos va a seguir pasando a todas y nos va a pasar al resto. Ojalá su hija nunca reciba un comentario como el que yo he recibido y sobre todo, que sus hijos nunca hagan un comentario como el que ha hecho su padre", sentenciaba.

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