José Pablo López regresaba a TVE en calidad de presidente de la Corporación el pasado 2 de diciembre de 2024. El andaluz era un viejo conocido de la casa ya que, previamente, entre abril de 2022 y noviembre de 2024, fue el director de Contenidos Generales. Ya en aquel momento, los sectores más conservadores nunca le vieron con buenos ojos, por lo que, ahora que la televisión pública se encuentra en plena expansión de la mano de una propuesta basada en la pluralidad, el rigor y el refuerzo del servicio público, aunque sin olvidar que la sociedad, así como sus gustos y hábitos, avanzan en paralelo, han comenzado a sacar los dientes.

Los pilares en los que se iba a asentar la nueva Televisión Española eran claros. Desde la adaptación a los nuevos consumos habituales, hasta el impulso de las audiencias, pasando por la reforma de los servicios informativos y la creación de contenidos propios. Los canales de la pública pretendían alejarse de esa visión aburrida y en parte anticuada de la que muchos llevaban tiempo quejándose. 

Pero como no siempre llueve a gusto de todo el mundo, los intentos de sabotaje también surgen en este mundo televisivo en el que, por supuesto, también entra en juego la política. Sorprendentemente -o no tanto, en realidad- el principal opositor de TVE es su propio Consejo de Informativos. El órgano interno de representación de los profesionales de los Servicios Informativos de RTVE ha liderado distintas protestas en lo que va de 2025, mostrando su rechazo a través de comunicados con los que han intentado hacer ruido y desviar el foco de los datos de audiencia que la Corporación está consiguiendo.

Este órgano está compuesto por profesionales de la información que son elegidos cada dos años y, aunque pretenden representar al conjunto de profesionales de la televisión pública, lo cierto es que la realidad dista bastante de ello. En las últimas elecciones apenas votó el 40% del censo y la elección de su presidente, Óscar Nieto, salió adelante con el 14% de este censo. Así, el Consejo de Informativos se convierte en una especie de círculo sectario de lo que ocurre en Torrespaña, tradicionalmente considerada por muchos como la TVE 'original' y 'buena'

El Consejo ha sido colonizado por representantes afines a la derecha, que intercambian guiños, y quién sabe si algún que otro café, con simpatizantes de PP y Vox. Así, sus reivindicaciones han encontrado su hueco en rotativas de la derecha mediática e incluso han sido instrumentalizadas en argumentarios políticos. Es decir, lo ha puesto todo en bandeja para que pudieran cargar contra TVE. 

Uno de los movimientos más claros de este posicionamiento político fue la denuncia llevada a cabo tras la emisión del documental 7291, la producción que denuncia los protocolos de la vergüenza aplicados en las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid durante el Covid. El Consejo anunció entonces una investigación: "Queremos saber por qué no se encargó un documental de producción propia para el quinto aniversario de la pandemia, por qué se eligió ese en concreto, por qué ese documental, para conmemorar esa efeméride, se centra solo en la Comunidad de Madrid y en un periodo determinado, y por qué se decidió apoyar y envolver un documental de producción ajena con una programación especial".

Con el paso de los meses, las audiencias de TVE han ido creciendo, y los ataques del órgano lo han hecho paralelamente, a sabiendas de que sus quejas podían llegar más lejos. Se han valido de argumentos falsos en los que se esconde un evidente clasismo y un cierto hedor a rancio. Como cuando se quejaron de que La familia de la tele no podía llegar a El Vaticano con la muerte del papa Francisco porque solo los Informativos eran digno de ellos. Como cuando tratan de asustar a los espectadores acusando a programas como Mañaneros o Malas Lenguas de ser el lobo. 

Tras todo esto solo existe el miedo, pero también el afán de protagonismo. El Consejo trata de tumbar cualquier formato que no se sume a su narrativa conservadora y rompa con la "aburrida" televisión que llevaba años vigente. Frente a lo que debería ser una celebración por dejar atrás los bulos y la desinformación -dado que deberían regirse por los principios del periodismo- reproducen una y otra vez los mismos ataques. 

Su última ofensiva, la de vestir todos los viernes de negro. "Estamos hartos y decepcionados. Nos lo están poniendo muy difícil", decían en dicho comunicado. Ahora que TVE ha demostrado que apuesta y apostará por la pluralidad y la renovación, la pregunta es: ¿cuándo abandonarán el luto para sumarse la defensa de la información?

Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes

Síguenos en Google Discover