Continúa el verano y, con él, esa sensación de tener la cara colocada encima de la tostadora mientras esta se encuentra funcionando, noches que no conocen la compasión y que, rara vez, las temperaturas bajan de los 20 grados o días de atender a la previsión meteorológica con la esperanza de hallar días de tregua en los que el mercurio del termómetro baje. El verano deja jornadas de sudor, sed ilimitada y falta de sueño, todo ello un conglomerado que afecta a nuestro estar y modifica nuestro comportamiento habitual.
En Mañaneros 360 hacían un análisis de cómo el calor veraniego condiciona nuestros días y cuánto llega a influirnos. Lo hacían arrancando por el punto más básico, el estrés térmico, del que afirmaban afecta a todos por igual, que provoca un cuadro de deshidratación, el aumento de la frecuencia cardiáca, así como nuestro cuerpo llega a activar las luces de emergencia y pone un "modo reserva", que deriva en la pérdida de apetito, por ejemplo. Elementos que se suman a una continuada sensación de cansancio que llega por el estrés diario provocado por el calor, al que se suma la falta de sueño por las dificultades que el calor genera para ello.
No solo consecuencias físicas, sino que también se dan a nivel emocional, llevando a sentir ansiedad, falta de concentración, mostrarse irascible e, incluso, llegar a aparecer síntomas de tristeza. Comportamientos que se alteran, provocando cambios en nuestra conducta, pudiendo hacer que se tomen decisiones precipitadas, ser impulsivo, abandonar actividades o, incluso, aislarse.
Cuidado el 8 y 9 de agosto
Las temperaturas seguirán siendo altas durante la próxima semana; sin embargo, se debe guardar especial cuidado durante las jornadas del 8 y 9 de agosto, viernes y sábado respectivamente. En total, entre ambas jornadas se suman 47 alertas naranjas en el conjunto del país y hasta 150 avisos amarillos por todo el territorio nacional, por lo que se recomiendan llevar cuidado en estos días y seguir las recomendaciones habituales que se dan en estas fechas.